El volcán Pacaya de Guatemala, de 2.552 metros de altura, aumentó este domingo su actividad efusiva con explosiones de más de 300 metros sobre el nivel del cráter, así como una columna de desgasificación de 3.000 metros sobre el nivel del mar.
El coloso, con forma de estrato volcán compuesto y de actividad estromboliana, registró avalanchas de lava de hasta 500 metros, lo que generó ceniza en los alrededores, informó el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Algunas de las explosiones arrojaron material en un radio de aproximadamente 100 metros de longitud, agregó la entidad preventiva.
El Insivumeh advirtió que la actividad «puede aumentar en las próximas horas o días, por lo cual se debe de tomar las precauciones necesarias».
Además, pidió al Instituto Guatemalteco de Turismo a no permitir el ingreso de turistas y público en general al parque nacional del volcán Pacaya, «para no exponerse a quemaduras y otras lesiones que pudiesen sufrir al ocurrir el colapso de la superficie o el desprendimiento de bloques de roca en los flujos de lava activos o calientes.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) indicó en un comunicado que, «ante el incremento en la actividad del volcán Pacaya se continúa con la verificación de condiciones en las comunidades aledañas al coloso, al momento no hay visibilidad. Se mantiene la comunicación constante con las autoridades locales».
Según el portavoz de la Conred, David De León, «comparado con los principales volcanes activos en Guatemala (el volcán Santiaguito y el volcán de Fuego), que muestran flujos piroclásticos de entre 200 a 700 kilómetros por hora, la lava en el Pacaya avanza a 5 o 10 kilómetros por hora y por eso es que se logran observar los ríos de lava».
El volcán, sin embargo, tiene un «período de recurrencia que tiene una fase de actividad eruptiva de 10 a 12 años», apuntó De León. La última erupción registrada fue el 27 de mayo de 2010, por lo cual, la Conred estima que el coloso está «ya en el límite en el que podría presentar una fase eruptiva».
La última gran erupción de un coloso en Guatemala sucedió el pasado 3 de junio de 2018, cuando el volcán de Fuego arrebató la vida de 202 personas y dejó calcinadas y sepultadas a otras 229.