VENECIA, ITALIA. — La peor inundación de Venecia en más de 50 años provocó el miércoles un llamado para que se proteja mejor a la ciudad histórica de los niveles crecientes del mar. Los funcionarios calculaban cientos de millones de euros en daños.
El agua alcanzó los 187 centímetros (74 pulgadas) de altura el martes, el segundo nivel más alto registrado en la ciudad, y sólo 7 centímetros (2½ pulgadas) por debajo de la inundación histórica de 1966. Siguió otra oleada excepcionalmente elevada el miércoles.
“Venecia está de rodillas”, tuiteó el alcalde Luigi Brugnaro. “La Basílica de San Marcos ha sufrido daños graves, al igual que toda la ciudad y sus islas”.
Una muerte fue atribuida a las inundaciones en la isla Pellestrina. Un septuagenario aparentemente falleció electrocutado cuando intentó encender una bomba en su vivienda, dijo Danny Carrella, funcionario de la isla de 3.500 habitantes.
En Venecia, una cripta bajo la Basílica de San Marcos quedó inundada por segunda vez en la historia. También se reportó daño en la galería de arte moderno Ca’ Pesaro, donde un cortocircuito provocó un incendio, y el teatro La Fenice, en donde las autoridades cortaron la electricidad como precaución después de que se inundara la sala de control.
El ministro de Cultura, Dario Franceschini, dijo que no se había reportado daño en las importantes colecciones de arte de los museos. Muchos sitios permanecieron cerrados a los turistas y La Fenice canceló conciertos la tarde del miércoles y jueves.
Turistas jalaban su equipaje flotante en la plaza San Marcos, en donde funcionarios quitaron los pasos peatonales para evitar que se fueran flotando. El agua era tan elevada que sólo ofrecían protección las botas hasta los muslos. El agua se colaba a través de los tablones que propietarios de tiendas y hoteles habían colocado frente a las puertas durante inundaciones previas para evitar que entrara el agua. Los turistas en las plantas bajas de los hoteles se vieron obligados a pasar la noche en pisos superiores. Un hombre fue filmado mientras nadaba con el torso descubierto en la plaza de San Marcos en lo que parecía que era el peor momento de la inundación.
“Con frecuencia he visto la plaza San Marcos cubierta de agua”, dijo a la prensa el patriarca católico de Venecia, monseñor Francesco Moraglia. “Ayer había olas que parecían estar en la orilla del mar”.
Bruganaro dijo que los daños alcanzarían los millones de euros y pidió que Roma declarara estado de emergencia.
“No sólo se trata de calcular daños, sino del mismo futuro de la ciudad”, dijo Brugnaro a la prensa. “Porque también hay una pérdida de población como resultado de esto”.
La inundación fue causada por vientos sureños que elevaron la marea, exacerbada por la luna llena, en la ciudad histórica. Al mismo tiempo, los niveles crecientes del mar a causa de cambio climático junto con el muy documentado hundimiento de la ciudad construida entre un sistema de canales la vuelven incluso más vulnerable.
El sistema de barreras móviles submarinas, conocido como “Moisés”, pretende limitar las inundaciones en la ciudad. Pero el proyecto, al que se han opuesto grupos ambientalistas preocupados por los daños en el delicado ecosistema de la laguna, se ha visto demorado por sobrecostos y escándalos de corrupción, sin una fecha de finalización a la vista.