El objetivo del operativo es tanto barrer al Estado Islámico como impedir que los kurdo-sirios avancen.
Tardaron 12 horas. A las 16:00 hora local (una hora menos en España), fuentes de los grupos rebeldes sirios apoyados por Turquía entraban en el centro de la localidad norteña siria de Jarabulus, el último bastión fronterizo con el país euroasiático en manos del Estado Islámico (EI). Un comandante de uno de los grupos reunidos bajo el paraguas del Ejército Libre Sirio señaló que la mayoría de los yihadistas habían iniciado la retirada y que algunos se habían rendido. Poco después, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, informó que la ciudad había sido tomada.
“Los combatientes del EI se han retirado de varios pueblos en los alrededores de Jarabulus –apuntó el miliciano rebelde– y se dirigen hacia el sur, hacia la ciudad de Al Bab”, bajo control del grupo terrorista. Otro oficial rebelde calculó que hasta un 50% de la localidad estaba ahora bajo el control de sus hombres, quienes contaron con el apoyo de la aviación y la artillería turcas, así como de la coalición internacional que combate al EI. Varias agencias de noticias informaron de que los fundamentalistas ofrecieron relativamente poca resistencia al avance de la operación “Escudo del Éufrates”.
El nombre elegido para la operación internacional deja claro que no se trata de una ofensiva que busque solo barrer al grupo yihadista de la frontera turca, sino una advertencia a los kurdo-sirios del Partido de Unidad Democrática (PYD) y sus milicias, hasta ahora los más eficientes en la tarea de parar los pies al avance del Estado Islámico. Pero Ankara les considera un grupo terrorista, al que acusa de colaborar con el grupo armado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). El PYD controla la mayor parte la región fronteriza del norte de Siria, salvo una franja dominada por los yihadistas (donde se encuentra Jarabulus) y una pequeña parte en manos de rebeldes. El Gobierno turco ha advertido al PYD de que se mantenga al este del río Éufrates, para evitar una posible unión bajo dominio kurdo-sirio de todos los territorios que lindan con Turquía. La idea de un estado kurdo de facto al sur seduce poco en los despachos de Ankara. Así, esta operación serviría también para desanimar a los kurdos a intentar vincular sus dominios en el norte de Siria.
Y así se ha expresado también el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante la visita de este miércoles a Turquía: si las fuerzas kurdo-sirias atraviesan el Éufrates, perderán el apoyo logístico y armamentístico que Washington les ha proporcionado hasta la fecha.
De manera más abierta se manifestó la agencia estatal de noticias Anadolu, que explicó que el objetivo de la ofensiva es “limpiar de grupos terroristas las fronteras turcas, ayudar a mejorar la seguridad fronteriza y apoyar la integridad territorial de Siria”. Asimismo, añadió que la operación también busca “prevenir una nueva oleada de migrantes y repartir ayuda a la población civil necesitada de la región”. Según el Gobierno, “la operación durará hasta que la amenaza a Turquía sea eliminada”.
Comandos especiales turcos, varios tipos de vehículos acorazados y aviones de caza F-16 participan en la ofensiva sobre Jarabulus, que comenzó a las cuatro de la madrugada local. Aunque la acción comenzó con bombardeos aéreos y de artillería (esta última, desde suelo turco), un número indeterminado de tanques turcos entró en territorio turco avanzada la mañana. El grueso de la infantería lo compondrían combatientes integrados en el Ejército Libre Sirio (entre 1.500 y 5.000 efectivos, según fuentes). Las versión oficial turca sostiene que estos habrían arrebatado a los yihadistas el control de Kaklijah, a tres kilómetros de la frontera con Turquía, en su camino hacia Jarabulus.
“Ahora mismo, por desgracia, todos los ataques acontecidos en Gaziantep y Kilis… han llevado el asunto a este punto”, dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. “Esto se acaba aquí. Dijimos que había que terminar con ellos y el proceso ha empezado esta mañana a las 4. Tenemos que solucionarlo”, añadió el mandatario.
PREOCUPACIÓN ENTRE ASAD Y LOS KURDOS
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria señaló que la operación “Escudo del Éufrates” se trata de una violación de la integridad territorial siria y que cualquier tipo de combate al terrorismo debería hacerse en coordinación con Damasco. Por su parte, el portavoz de las milicias kurdo-sirias YPG, Redur Xelil, tachó la intervención turca de “agresión flagrante a los asuntos internos de Siria”.
Fuente:elperiodico.com