Kellyanne Conway, una alta asesora del presidente electo de Estados Unidos manifestó que Donald Trump está decidido a trasladar la Embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén, después de que asuma el 20 de enero próximo.
“Esa es una gran prioridad para el presidente electo Donald Trump”, manifestó Conway durante una entrevista radial. “Lo dijo muy claramente durante su campaña”, indicó tras añadir que lo ha escuchado reiteradamente durante varias ocasiones en reuniones privadas desde que fue elegido.
Conway puntualizó que cree que Israel apreciará enormemente la decisión de trasladar la Embajada al igual que muchos miembros de la comunidad judía norteamericana.
El asunto de la ubicación de la Embajada de Estados Unidos en Tel Aviv se remonta a la época de la fundación del Estado de Israel y a través de los años se ha convertido en un tema espinoso.
La política oficial del Departamento de Estado norteamericano es que el estatus de Jerusalén se definirá solamente durante las conversaciones de paz entre Israel y los palestinos. No reconoce a Jerusalén como capital de Israel, ni siquiera los barrios occidentales que siempre estuvieron bajo el control israelí. Oficialmente, el Departamento de Estado considera que Jerusalén no ha estado nunca bajo la soberanía de ningún país desde el fin del Mandato Británico, y está esperando la conclusión de las negociaciones sobre el estatus final.
Sin embargo, el Acta de la Embajada en Jerusalén de 1995, una ley aprobada por el Congreso norteamericano en octubre de ese año, requería que EE.UU. traslade su embajada a Jerusalén antes del 31 de mayo de 1999. No obstante, ofrece al presidente estadounidense una forma de escaparse: si firma una exención dos veces al año en base a consideraciones de “seguridad nacional”, el acta puede ser pospuesta.
Trump no es el primer candidato presidencial norteamericano que promete trasladar la Embajada a Jerusalén. Bill Clinton y George W. Bush hicieron la misma promesa; pero una vez instalados en la Casa Blanca firmaron las exenciones para evitar tener que cumplir la medida.
Se estima que los países árabes y los palestinos reaccionarán duramente; si EE.UU. traslada su embajada a la ciudad santa.
fuente:Aurora