El presidente, Reuvén Rivlin, y el primer ministro, Biniamín Netanyahu, participaron en el oficio conmemorativo que marcó el final del mes, es decir Shloshim (los treinta días de luto que marca el judaísmo), tras el fallecimiento del ex presidente Shimón Peres.
En la parcela de los Grandes de la Nación del cementerio del Monte Herzl de Jerusalén, quedó al descubierto la tumba del ex presidente y premio Nobel de la Paz, fallecido en Tel Aviv el pasado 28 de septiembre a los 93 años de edad.
“Trabajaste sin descanso en construir un futuro no solo para Israel, sino para todo el mundo”, agradeció Rivlin durante la ceremonia, en la que Netanyahu anunció que el reactor nuclear de Dimona, situado al sur del país y del que Peres fue fundador, pasará a llevar su nombre.
La lápida quedó grabada con un verso de la Biblia, una cita de David Ben Gurión y un fragmento del poema “Después de mi muerte” de Chaim Nahman Bialik, además de un epitafio elegido por la familia en el que destacan sus principales logros y rasgos.
Durante su dilatada carrera política, Peres ocupó los cargos de presidente, primer ministro, ministro de Defensa, de Exteriores y de Finanzas, y fue galardonado con el Nobel de la Paz junto al líder palestino, Yaser Arafat, y el primer ministro, Itzhak Rabin, por la firma de los acuerdos de Oslo (1993).
A su funeral de estado, celebrado el 30 de septiembre, acudieron representantes y mandatarios de todo el mundo, incluidos el rey de España, Felipe VI, y el presidente de EEUU, Barack Obama. EFE y Aurora