Por medio de Univisión se conoció más en detalle la historia de la primera piloto salvadoreña, en la que fue importante el papel de su mamá y hermanas, mujeres “exitosas, trabajadoras y luchadoras”.
Lis Cáceres, madre de la primera piloto de El Salvador, contó el esfuerzo que hizo desde Estados Unidos para apoyar a su hija, quien deseaba cumplir sus sueños en el mundo de la aviación.
Cáceres contó a Univisión que, tras un año de vivir en Estados Unidos, inició los trámites para que sus hijas migraran y estuvieran con ella en su nuevo hogar. «Trabajé limpiando casas, de ‘nanny’ (niñera)… Hoy estoy viviendo y disfrutando los frutos de ese esfuerzo», contó.
Otra de sus hijas, Rocío Ibarra, confirmó que la familia se unió para impulsar a Susana: «Como hermanas nos hemos sacrificado por sacar adelante a la otra y todas dijimos ‘la vamos a apoyar’».
Satisfacción
Susana Ibarra creció en Atiquizaya (Ahuachapán) y ahora vive en Kuwait. Fue entrevistada por Univisión durante una visita a su familia en Los Ángeles, California. Contó que además de ser la primera mujer piloto en El Salvador, la llena de orgullo haber sido la segunda piloto en trabajar en Kuwait.

«Es un país en el medio oriente donde aún la cultura es más cerrada que en mi país», confesó. Pese a ese contexto, Susana agradece la aceptación que recibió por parte de sus compañeros. Considera que fue clave haber «demostrado que venía preparada».
De niña, los deseos de Susana Ibarra eran similares a los que pueden expresar otros pequeños salvadoreños en la actualidad. Le encantaba la aviación y disfrutaba en los espectáculos aéreos; entonces el apoyo de la familia apareció para ayudarle a hacer realidad sus deseos.
«Mi familia es de mujeres exitosas, trabajadoras y luchadoras, que creen en los sueños míos y en los de mis hermanas. Entre todas pagaron mi carrera de aviación, que es muy cara, y aproveché cada centavo», dijo la piloto Ibarra.
En El Salvador, Susana trabajó con VECA, una aerolínea que cerró en enero de 2017 debido a problemas financieros.