¿Sabías que el techo no debe estar cubierto en su totalidad ya que desde el interior de la sucá (cabaña) se deben ver las estrellas?
Durante la semana de Sucot, la sucá es el núcleo de la festividad. También llamada «fiesta de las cabañas», se extiende por una semana durante el mes del calendario hebreo de Tishrei.
Dentro de la cabaña, hay cinco elementos que son fundamentales para realizar la celebración. Estos son las paredes, el techo, la decoración, las cuatro especies y los invitados. Cada uno de ellos, posee su propio significado.
De cualquier material, las paredes deben ser lo suficientemente resistentes para que un viento normal no las mueva. Pueden ser construidas para la ocasión, de madera o de fibra de vidrio, o también pueden ser usadas las de una casa. Una sucá es válida si tiene, al menos, tres paredes completas (no es necesario que tenga cuatro).
En relación con el sesaj, como se denomina el techo de ramas de la sucá, puede ser de cañas de bambú, ramas de hoja perenne, cañas, tallos de maíz, bandas estrechas de madera sin terminar o esteras especiales. El techo debe separarse de su fuente de crecimiento, además de poseer algunas vigas de madera rústica para que se asiente bien. Lo más importante: no se debe cubrir el techo en su totalidad ya que se deben ver las estrellas desde adentro de la sucá.
Con respecto a la decoración, muchas comunidades colocan carteles de colores que representan temas de la festividad. A su vez, de las vigas del sesaj cuelgan frutas frescas, guirnaldas u otros ornamentos. De todas formas, la propia sucá en sí misma se considera un objeto de gran belleza.
Por otro lado, durante los siete días de festejos, no pueden faltar las cuatro especies. Las mismas son la palmera (lulav), el cítrico (etrog), el arrayán (hadas) y el sauce (arava). Las mismas se utilizan para los ritos realizados durante ese tiempo.
Por último pero no menos importante, los invitados también son una parte fundamental de la festividad. Sin importar la cantidad, el propósito es invitar la gente a disfrutar de alguna de las comidas. Asimismo, la sucá genera una energía espiritual tan intensa que las almas de siete patriarcas de Israel dejan el Gan Edén para participar en la fiesta.