Después de tomarse dos semanas de vacaciones, luego de haber permanecido como rehén junto a israelíes en Entebbe, Michel Bacos volvió a pilotear el avión de Air France. Su primer deseo fue ir a Tel Aviv. El 26 de Marzo falleció.
Uno de sus últimos deseos fue que se tocara el Himno de Israel en su sepelio. Es por eso, que con profunda emoción, sonó el “Hatikva” en el entierro de Michel Bacos, el piloto Francés (no judío) del vuelo de Air France que fue raptado a Entebe, Uganda y posteriormente rescatado por comandos israelíes. Los terroristas separaron a los judíos de los demás pasajeros y los dejaron ir.
El gobierno francés aceptó, y los evacuó (a los no judíos), sin embargo el capitán no desamparó al resto de los pasajeros judíos y se negó a dejarlos abandonados a su suerte. Hasta que fueron rescatados 6 días después por un comando especial dirigido por Yonatan Netanyahu Z’L, hermano del Primer Ministro de Israel. Netanyahu fue el único soldado que murió en el ataque.
El avión voló a Atenas, donde recogió pasajeros adicionales y luego partió hacia París a las 12:30 p.m.
Momentos después, fue secuestrado por dos palestinos del Frente Popular para la Liberación de Palestina – Operaciones Externas, y dos ciudadanos alemanes, que exigieron que Israel y otros países liberaran a terroristas encarcelados.
Los secuestradores desviaron el vuelo a Benghazi, Libia, donde una pasajera, que se creía que había sufrido un aborto involuntario, fue liberado y luego continuó a Entebbe, donde se encontraban en una antigua terminal.
Del total de 248 pasajeros, más de 140 pasajeros que tenían pasaportes no israelíes fueron liberados. A Bacos y su equipo de 12 miembros se les dio la misma opción, pero Bacos se negó, diciendo que no se iría sin que se liberara a todos los pasajeros.
En su entierro sonó el Hatikva
Fuente:visavis.com.ar