Hasta este lunes, 7 de noviembre, en la base de datos de la Comisión Federal Electoral de Estados Unidos (FEC, por sus siglas en ingles) hay registrados 1.819 candidatos para la presidencia del país que se votará este martes.
Entre ellos se encuentran los dos nominados por los partidos Demócrata y Republicano: Hillary Clinton y Donald Trump. Así como el libertario Gary Jhonson y la representante del Partido Verde, Jill Stein, y que son los cuatro nombres que la mayoría de estadounidenses encontrará en la papeleta electoral.
Según la FEC, al día de hoy hay registrados oficialmente 301 candidatos republicanos, 233 demócratas, 537 independientes y 748 de otros partidos.
¿Cómo explicar que haya tantos candidatos y tan solo tres o cuatro nombres aparezcan en la mayoría de las boletas electorales del país, y que se pueda votar por alguno de los otros?
La mayoría son «candidatos write-in»
Tres caminos a la presidencia
En EE.UU hay tres maneras de ser candidato a la presidencia.
La primera es a través de la nominación de un partido político, a través de los votos de sus delegados.
La segunda es registrarse como independiente, pero para aparecer en las papeletas de votación, cada candidato debe hacer la gestión estado por estado, en la mayoría de las ocasiones enfrentando altísimos costos legales.
La tercera opción es ser un «candidato write-in», término que podría traducirse como «candidato que se escribe», y que es sin duda, otra de las complejidades del sistema electoral estadounidense.
Los candidatos write-in se llaman así porque en la mayoría de estados se agrega una línea al final de la papeleta, en la que los ciudadanos pueden escribir los nombres que quieran, desde uno de los más de 1.800 candidatos registrados oficialmente, hasta Jesucristo, Kim Kardashian o Micky Mouse, como ha ocurrido en elecciones anteriores.
«En este país no hay una ley electoral federal. Cada estado tiene sus propias reglas y limitaciones para inscribir un candidato», dice Mike Nieves, experto en campañas electorales del estado de Nueva York.
«Si por ejemplo, una persona quiere aparecer en la papeleta del estado de Nueva York y en California, debe inscribirse en ambos estados y según las reglas de cada uno de ellos, haciendo los trámites legales necesarios, para los cuales hay que contratar abogados que entiendan la ley en cada estado», explica.
Pero la alternativa para la mayoría está en registrarse en la FEC que implica llenar un formulario y recibir contribuciones de más US$5.000, de manera que en la mayoría de estados puedan ser una opción de voto válido, así no necesariamente aparezcan en la papeleta.
Es decir, convertirse en uno de los cientos de candidatos write-in.
Candidatos en la papeleta
Los únicos candidatos que aparecen en las papeletas de los 50 estados del país y de Washington D.C. son Clinton, Trump y Johnson.
Jill Stein tendrá su nombre en la boleta que recibirán los ciudadanos en 45 estados. Pero en otros tres estados serán válidos los votos con su nombre si los ciudadanos deciden simplemente escribirlo en la línea vacía debajo de los nombres, debido a que esos tres estados no exigen registro previo para validar el voto de un candidato write-in.
Por su parte, el candidato independiente conservador Evan McMullin, quien ha cobrado fama en la presente carrera electoral por aparecer primero en las encuestas del estado de Utah, superando al republicano Trump, está registrado y aparecerá en la papeleta en 11 de los 50 estados del país.
Y en la misma lógica que Stein, los ciudadanos podrán escribir su nombre y validar ese voto en otros los 30 estados.
El estado en el que aparecerán más candidatos a la presidencia en estas elecciones será Colorado, con 22 nombres.
Aunque es el estado de Washington el que tiene más opciones de candidatos en total, con 68 posibilidades, incluyendo los 7 en la papeleta y otros 61 registrados como candidatos write-in.
Candidatos write-in han ganado en otras elecciones presidenciales pero tan sólo en la fase de las primarias y en estados específicos.
Dos ejemplos son Franklin d. Roosevelt en New Jersey en 1940 y John F Kennedy en Pensilvania y Massachusetts, en 1960.
Pero nunca ha ocurrido que un presidente de EE.UU. haya sido elegido después de haber sido competido como write-in.
En las elecciones presidenciales de 2012, el biólogo y naturalista británico del siglo XIX Charles Darwin recibió más de 4.000 votos en el estado de Georgia, donde un congresista que había atacado la teoría de la evolución un par de meses antes, se había inscrito como candidato.
En ese mismo año, el republicano Ron Paul, que no buscaba la presidencia, recibió más de 1.700 votos de gente que definió su nombre en la papeleta, en dos condados de Texas.
Mickey Mouse, el Pato Donald, Chuck Norris y Willie Nelson fueron otros nombres del total de 136.040 votos write-in que se registraron cuando Obama ganó su segundo periodo.
«Es un voto de protesta»
«Es un voto de protesta», asegura Nieves. «Estoy casi seguro que si se compara con las elecciones pasadas a la presidencia, no hubo inscritos tantos candidatos write-in como ahora».
«La gente dice «a mí no me gusta Hillary Clinton, no me gusta Donald Trump» y decide entonces decide proponer su nombre o escribir en el voto libremente el nombre de su propio candidato.
Un buen ejemplo son dos conocidos senadores republicanos, Kelly Ayotte y Rob Portman, quienes tras el escándalo suscitado por comentarios sexistas de Trump, anunciaron su decisión de escribir en su voto el nombre de Mike Pence, la fórmula vicepresidencial del magnate de Nueva York, como protesta.
«La gente no entiende el concepto de poder escribir el nombre de cualquiera. La prensa ni siquiera habla de eso, porque no hay posibilidad de ganar la presidencia como un candidato write-in, por eso es tan difícil de entender», explica Nieves.
«Pero es una manera de expresar inconformidad», agrega.
Aunque no con suficientes votos para ser elegido, el nombre del senador socialista Bernie Sanders, quien perdió la nominación del partido demócrata con Hillary Clinton, será según anticipan algunos medios de comunicación estadounidenses, uno de esos candidatos write-In más votados en estas elecciones.
Pero como cada estado tiene reglas distintas para los candidatos write-in, para que los votos sean válidos, sus seguidores deben conocer sus requisitos.
En California, por ejemplo, los votantes tendrían que escribir «Bernard «Bernie» Sanders para presidente y Tulsi Gabbard para vicepresidente», para que el voto sea válido.
Pero en el estado de Vermont sólo bastaría con escribir «Bernie».
fuente:bbcmundo