Según testimonios del nuevo ataque que ha sacudido a la comunidad judía de EE.UU.

Según testimonios del nuevo ataque que ha sacudido a la comunidad judía de EE.UU., los hechos se desarrollaron de la siguiente manera la noche de este sábado.

Alrededor de las 22:00 p. m. del sábado, una ceremonia de encendido de velas por la séptima noche de Janucá concluía en la residencia del rabino Chaim Rottenberg, de acuerdo al periódico The Washington Post.

Desde la casa del rabino poco a poco los presentes se dirigían hacia la sinagoga adyacente para una comida por la culminación del Shabat.

Fue en ese momento cuando el sospechoso, identificado como Thomas E. Grafton, entró a la casa del rabino Rottenberg con una bufanda cubriéndole el rostro, inmediatamente cerró la puerta tras de sí y gritó: “Nadie va a ningún lado”, según relataron testigos presenciales a oficiales de seguridad.

En seguida, el sospechoso comenzó a acuchillar a los presentes de manera aleatoria con un arma punzocortante, contra “todo el que pudiera”, dijo a medios este domingo Yisroel Kraus, un profesor de 26 años que se encontraba presente.

“Estaba seguro de que iba a matar a todos”, manifestó Kraus, quien indicó que él salió por una puerta trasera y vio a niños y mujeres que también habían salido del recinto, antes de meterse dentro de un hogar vecino a resguardarse.

“Si hubiera llegado 10 minutos antes, el lugar habría estado lleno”, dijo. “No hubiera habido forma de moverse, no hubiera habido forma de correr. Fue un milagro. Fue un milagro de Janucá”.

Según contó otro testigo presencial llamado Joseph Gluck a la agencia AFP, mientras acometía contra sus víctimas, el sospechoso no vociferó nada.

“Entró en el comedor e hirió a alguien allí. Hirió a alguien en la cocina y luego regresó al comedor”, agregó Gluck, quien precisó que todos gritaban y pedían que salieran de la casa.

Gluck gritó al sospechoso que se detuviera, pero al ver que no reaccionó, le arrojó una pequeña mesa encima, lo que lo atrajo inmediatamente hacia él.

“Hey, voy ir por ti”, le gritó el sospechoso a Gluck, quien, dijo, gritó a los demás para que se movieran y no resultaran heridos mientras él salía del hogar y, con ello, también el agresor.

Un total de cinco personas, entre ellos el hijo del rabino Rottenberg, resultaron heridas, una en estado grave.

Luego de salir de la casa del rabino Rottenberg, el sospechoso dejó a Gluck y se dirigió hacia la sinagoga adyacente, donde trató, sin éxito, de abrir la puerta, que había sido cerrada por los devotos, señaló Yossi Gestetner, cofundador del organismo comunitario Consejo de Asuntos Públicos Judío Ortodoxo (OJPAC, por sus siglas en inglés).

Ante su fracaso de entrar en la sinagoga, el sospechoso subió a un auto y huyó de la escena, momento en que Gluck anotó las placas del vehículo, una acción que resultó ser clave para que las autoridades arrestaran al sospechoso cerca de dos horas después en el norte de la isla de Manhattan, aún con la sangre de sus víctimas en su ropa.

Un video captado por una cámara de vigilancia circulado este domingo en redes sociales muestra el momento de la captura del sospechoso.

El sospechoso fue presentado ante un tribunal este domingo, donde se declaró inocente de los cinco cargos de tentativa de homicidio y uno por robo que se le imputan.

Según registros de las autoridades, el sospechoso ha sido arrestado al menos siete veces desde 2002, por delitos que incluyen asalto, resistencia a una detención, por herir o matar a un animal de la Policía, conducción bajo efectos de estupefacientes, posesión de estupefacientes y amenaza a un oficial de Policía.

Las autoridades investigan si el sospechoso está ligado a un ataque con cuchillo contra un judío en la misma localidad de Monsey el pasado 20 de noviembre, de acuerdo al periódico New York Post.

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