Scott Pruitt, el elegido por Donald Trump para dirigir la agencia de protección del medio ambiente de EE.UU.

Pruitt ha entablado demandas contra las normas de la EPA.

En el pasado Scott Pruitt demandó en varias ocasiones a la Agencia Estadounidense de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). Ahora, será el encargado de dirigirla.

Este abogado, que desde 2010 ocupa el puesto de fiscal general de Oklahoma, fue confirmado este viernes por el Senado de EE.UU. como nuevo jefe de la EPA.

Su nominación por parte de Donald Trump hace unas semanas generó consternación entre los grupos ambientalistas, quienes lo señalan como un escéptico del cambio climático y destacan sus vínculos con la industria de los combustibles fósiles.

Sin embargo, voceros de ese sector han dicho que Pruitt hará que la EPA tenga un enfoque más racional y no extienda las regulaciones de esa oficina más allá de sus competencias.

El propio Trump parece coincidir con esa visión de cómo debe funcionar la EPA.

«Durante demasiado tiempo, la EPA ha gastado dinero de los contribuyentes en una descontrolada agenda contra el sector energético que ha destruido millones de puestos de trabajo», dijo el presidente electo en un comunicado en el que anunció el nuevo nombramiento en diciembre.

Trump agregó que Pruitt «revertirá esa tendencia y restaurará la misión esencial de la EPA de mantener el aire y el agua limpios».

El peor enemigo

«Es seguro asumir que Pruitt podría ser el administrador más hostil de la EPA hacia el aire limpio y el agua potable en la historia», dijo a The New York Times Ken Cook, jefe del Grupo de Trabajo Ambiental, una ONG con sede en Washington.

«Durante la campaña, Trump amenazó con desmantelar la EPA y retirar muchos de los avances logrados para reducir la exposición de los estadounidenses a la contaminación industrial y con Pruitt el presidente electo podrá hacer realidad esas amenazas», agregó.

Tweet de Bernie Sanders
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Image caption«El nominado por Trump para dirigir la EPA, Scott Pruitt, es un escéptico del cambio climático que ha trabajado de forma estrecha con la industria de los combustibles fósiles», dijo Bernie Sanders.

Palabras y hechos

Pese al consenso existente en la comunidad científica en torno al efecto del consumo de combustibles fósiles sobre el calentamiento del planeta, Pruitt aún lo pone en duda.

«Los científicos siguen en desacuerdo sobre el grado y el alcance del calentamiento global y su conexión con las actividades humanas», escribió a comienzos de año en un artículo en la revista National Review, en el que señaló que este es un debate que está lejos de haber terminado.

Pero a los ambientalistas, más que sus palabras de escepticismo, le preocupan las acciones de Pruitt.

Una columna de humo sale de una chimenea de una planta de energía que funciona con carbón en Pennsylvania.Derechos de autor de la imagenAP
Image captionPruitt ha intentado revertir las normas aprobadas por el gobierno de Obama para reducir las emisiones de las plantas de energía.

La EPA ha estado en el centro de los esfuerzos del gobierno de Barack Obama para atacar el cambio climático. Desde allí se han aprobado un conjunto de regulaciones con las que se buscaba obligar a la industria energética a reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

Pruitt, quien en su biografía oficial destaca su papel como «uno de los principales opositores a la agenda activista de la EPA», ha trabajado para oponerse a esas normas.

Como fiscal general de Oklahoma, Pruitt creó en su oficina una «unidad federalista» cuyo objetivo explícito era combatir la Ley de Cuidado de Salud Accesible (el llamado Obamacare), así como las regulaciones ambientales.

En 2014, Pruitt se alió con los fiscales de otros estados para combatir estas normas ambientales, lo que se concretó en una demanda de 28 estados en contra de esas regulaciones.

Al mismo tiempo, según The New York Times, Pruitt trabajó con algunas de las compañías de petróleo y gas para intentar revertir gran parte de las normas creadas por el gobierno federal sobre contaminación del aire y del agua, así como sobre especies animales en peligro.

También, en su condición de fiscal estatal participó en una demanda conjunta con empresas del sector, como la compañía de electricidad de Oklahoma, en contra de las regulaciones federales.

Una maquina recoge carbón en Utah.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionDurante la campaña electoral, Trump prometió revitalizar la industria del carbón.

Estos esfuerzos han sido bien valorados por las compañías energéticas.

«Nos complace que el presidente electo, Donald Trump, haya nombrado al fiscal general de Oklahoma, Scott Pruitt, como jefe de la EPA», dijo en diciembre un comunicado la Coalición Estadounidense de la Energía Limpia de Carbón, que defiende los intereses de ese sector.

«Pruitt será un fuerte defensor de políticas con sentido que sean buenas para nuestro ambiente y sean hechas teniendo en cuenta la necesidad de contar con un servicio eléctrico económico y confiable«, agregó el texto.

fuente:bbcmundo

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