Rusia pidió hoy explicaciones a Estados Unidos sobre el supuesto acceso de háckers militares norteamericanos a sus redes estratégicas, lo que incluiría el sistema de mando del Kremlin y que representaría la antesala de un futuro ciberataque.
“Esperamos una reacción de las autoridades de EE.UU., incluida la Casa Blanca y el Departamento de Estado, y una valoración legal de dichas informaciones”, dijo María Zajárova, portavoz de la Cancillería rusa.
La diplomática subrayó que “la ausencia de reacción oficial por parte de la Administración norteamericana significará la existencia en EE.UU. de ciberterrorismo estatal”.
Y agregó que, “en caso de se cumplan las amenazas reproducidas por los medios de comunicación norteamericanos, Moscú tendrá pleno derecho a presentar a Washington las correspondientes acusaciones”.
Zajárova salió así al paso de las informaciones de la cadena de televisión NBC sobre que háckers militares de EE.UU. han accedido a redes eléctricas y de telecomunicaciones rusas, incluido “el sistema de mando del Kremlin”.
De esta forma, según la fuente, que cita a un alto cargo de los servicios de inteligencia, los habrían hecho vulnerables ante un posible ataque cibernético estadounidense contra Rusia.
Con todo, matizó la fuente, el ataque con dicha arma cibernética sólo tendría lugar “en el improbable caso” de que EE.UU. sea víctima de un ataque “significativo” que interfiriera en las elecciones presidenciales.
Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, destaco hoy que Rusia ha adoptado ya medidas de protección de su espacio cibernético en línea con las “amenazas” vertidas por algunos países, en clara alusión a EE.UU.
A mediados de octubre el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, adelantó que Washington prepara una respuesta contra Rusia por haber lanzado ciberataques para influir en las elecciones y que el objetivo es que tengan el “máximo impacto” posible.
La decisión ya está tomada desde hace tiempo y el momento para asestar dicho ataque dependerá del presidente, Barack Obama, adelantó recientemente el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.
El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, aseguró esta semana que Moscú dispone de “suficientes recursos para controlar posibles actos hostiles en el espacio cibernético”.
“Si se dan tales pasos, evidentemente será un nuevo y muy grave revés para las relaciones entre Moscú y Washington”, advirtió.
El Kremlin ha negado en numerosas ocasiones que esté detrás de los ciberataques que permitieron a WikiLeaks publicar decenas de miles de correos confidenciales, en su mayoría comprometedores para la candidata demócrata, Hillary Clinton.
Clinton ha vinculado directamente al presidente ruso, Vladímir Putin, con una conspiración cibernética cuyo objetivo sería beneficiar al republicano Donald Trump.
En respuesta, Putin aseguró que es “una ocupación muy rentable” esgrimir la amenaza de “háckers, espías y agentes de influencia rusos” para desviar la atención de los problemas reales que atraviesa la sociedad norteamericana.EFE