Después de invitar a cientos de periodistas internacionales a cubrir su congreso, Corea del Norte prohibió su ingreso al evento.
Corea del Norte lleva a cabo una de las reuniones políticas más grandes en décadas en Pyongyang, el séptimo Congreso del Partido de los Trabajadores que comenzó el viernes.
Después de invitar a cientos de periodistas internacionales a cubrir su primer congreso del partido en 36 años, Corea del Norte prohibió el ingreso de los medios al evento.
Entre tanto, Estados Unidos está en consulta con sus aliados asiáticos para monitorear la situación en la península coreana durante la reunión de alto nivel de representantes del partido, que se espera resulte en el cambio de algunos altos funcionarios.
Washington también anticipa que el aislado gobierno aproveche esta ocasión para lanzar un misil o realizar una prueba nuclear.
El portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, dice que Pyongyang está sintiendo el impacto de las sanciones impuestas el mes pasado por violaciones a restricciones a pruebas de misiles.
“Ya hemos visto señales de que estas sanciones están teniendo efecto. Que el régimen en Corea del Norte está sintiendo los efectos de estas sanciones. Pero obviamente, no han hecho lo suficiente, o dado pasos concretos para cumplir su compromiso y sus obligaciones internacionales para desnuclearizar. Entonces vamos a continuar viendo formas en que podamos aplicar y aumentar la presión sobre ellos, al mismo tiempo que garantizamos la seguridad de la península”, indicó Toner.
Washington ha comenzado discusiones formales con Seúl para el potencial despliegue de un sistema de misiles de defensa en Corea del Sur.
fuente:voanoticias