Al temor de un rebrote se suman las dudas sobre la compra de vacunas por parte de Perú, luego de que el gobierno admitiera la semana pasada que no hay fecha definida de cuándo ni cuántas primeras dosis contra la enfermedad llegarían al país.
Perú superó esta semana el millón de infectados de COVID-19 en el contexto de nuevas restricciones y con el temor latente por nuevo rebrote de contagios. La nación sudamericana, con una de las tasas de mortalidad por coronavirus más altas del mundo, espera la vacuna pero todavía no es claro cuándo llegarán las primeras.
La ministra de Salud, Pilar Mazzetti, dijo el martes que se está registrando un aumento moderado de fallecidos y en la utilización de camas de cuidados intensivos en el norte del país. No obstante, especificó que no se puede hablar por ahora de una segunda ola.
El gobierno peruano anunció además la suspensión por dos semanas de vuelos provenientes de Europa tras la aparición de una nueva cepa de coronavirus en el Reino Unido. A su vez decretó el «estado de alerta máxima» en el país andino con restricciones como el cierre de playas en el inicio del verano austral.
«Revaluaremos poco a poco (las medidas) para ver qué vamos tomando. Tenemos que estar muy alertas porque nos preocupa lo que está sucediendo en Europa con la nueva mutación que se ha encontrado y que es altamente transmisible», afirmó la ministra Mazzetti a la estación de televisión por cable Canal N.
El número de contagios de coronavirus en Perú ascendió el martes a 1.000.153, unos 1.678 nuevos infectados más frente a la cifra del día previo, aunque lejos del pico de hasta 10.000 diarios que se registraba a fines de agosto. Los muertos por la enfermedad subieron en la jornada en 45 y llegó a 37.218 en el país donde apareció el primer caso en marzo.
Las infecciones por coronavirus en el mundo suman más de 76,9 millones y los países de América Latina que han superado el millón de contagios son Brasil, Argentina, Colombia y México.
«En este momento no estamos en una segunda ola, por eso estamos tomando estas medidas, porque tenemos que estar observando todo el tiempo», aseguró Mazzetti.
A la crisis sanitaria, en Perú se unió en noviembre una severa crisis política con tres presidentes en el cargo y con protestas que dejaron dos muertos.
La crisis sanitaria actual ha llevado a que hospitales se vean abrumados por las elevadas cifras de pacientes de COVID-19.
Otras medidas para frenar la crisis
En el afán por impedir rebrotes, el gobierno del presidente interino Francisco Sagasti ha prohibido el uso de vehículos particulares el 24, 25 y 31 de diciembre, así como el 1 de enero. Además pidió a la población que durante la Navidad y Año Nuevo no reciba a familiares que no viven en casa para evitar riesgos.
«El mundo ya cambió, el país cambió también. Esta Navidad es diferente, y donde todos tenemos que mostrar nuestros afectos de una forma que no le hagamos daño a nadie», dijo Mazzetti.
Al temor de un rebrote se suman las dudas sobre la compra de vacunas por parte de Perú, luego de que el gobierno admitiera la semana pasada que no hay fecha definida de cuándo ni cuántas primeras dosis contra la enfermedad llegarían al país.
Perú ha suscrito un acuerdo preliminar con la estadounidense Pfizer para comprar 9,9 millones de dosis de vacunas y otro con Covax Facility, una alianza de la Organización Mundial de la Salud por 13,2 millones de dosis, pero no está claro aún la disponibilidad para el país de 33 millones de habitantes.