El ministro de Asuntos Exteriores del gigante asiático, Wang Yi, descartó que la conversación altere las relaciones de Washington con Pekín.
La conversación telefónica de diez minutos que sostuvo el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, desató reacciones no solo en los países involucrados, sino también en China. Esto, porque Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas con Taipei desde 1979 y siempre ha mantenido la política de «una sola China”.
Si bien en un comienzo se temió que el diálogo desatara malestar en Pekín, el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, se encargó de despejar esas dudas este sábado (03.12.2016), al señalar que la conversación fue una acción menor, «un pequeño truco” de Taiwán que no alterará la relación de Estados Unidos con China. «El principio de una sola China es la base” del desarrollo de las relaciones sino-estadounidenses, remarcó Wang.
Durante la llamada, Tsai pidió apoyo a EE. UU. para lograr una mayor participación internacional de Taiwán, una isla que se declara soberana e independiente pero que es considerada por Pekín una «provincia rebelde” y, por ende, parte de su territorio. Desde que Tsai asumió el mando en enero, Pekín ha elevado la presión sobre la isla para forzar a las nuevas autoridades a reconocer que Taiwán es parte de China.
Ironía de Trump
También hubo reacciones en Estados Unidos, donde el diálogo telefónico provocó revuelo al ser el primero en casi 40 años en desarrollarse a tan alto nivel. Por ello, la Casa Blanca salió inmediatamente a remarcar que Washington respetará el compromiso que tiene de reconocer el principio de «una sola China”, en un intento por calmar las aguas con el gigante asiático.
A través de Twitter, Trump remarcó que «la presidenta de Taiwán ME LLAMÓ para felicitarme por haber logrado la presidencia. ¡Gracias!” y añadió, en tono irónico, que le parecía interesante cómo «Estados Unidos vende a Taiwán miles de millones de dólares en equipamiento militar pero yo no puedo aceptar una llamada de felicitaciones”. Tras este llamado, se han elevado las expectativas de que Trump dé un giro en esa parte de la política internacional estadounidense.
DZC (EFE, dpa, Reuters)DW