La inflación en el país se ubicó durante el mes pasado por debajo de la meta que tiene Banco de México, lo que abre la puerta a futuros posibles ajustes adicionales de la tasa de interés de referencia frente a la inminente crisis económica que ocurrirá este año por el confinamiento para frenar el avance de la pandemia de coronavirus COVID-19.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor en México reportó una baja de 1.01% en abril frente a marzo, la mayor caída para un periodo similar desde que se tiene registro, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Con este resultado, la inflación desaceleró hasta alcanzar una tasa anual de 2.15%, de acuerdo con datos de Inegi, como también se conoce al organismo responsable de recabar la información económica y social en el país.
Los productos que empujaron los precios de abril a la baja fueron la gasolina de bajo octanaje, el jitomate, la electricidad –por el inicio del periodo de subsidios a los precios en el verano– y la gasolina de alto octanaje, que se abarataron a tasas de 17.4, 31.3, 12.4 y 15.9% frente a marzo, respectivamente.
Estas caídas fueron parcialmente contrarrestadas por las alzas de 12.4% del huevo, de 34.2% del chile serrano, de 2.7% de la cerveza, 9% del azúcar y 6.3% del frijol, entre otros.
El desempeño de los precios al consumidor en el mes pasado quedó por arriba de las estimaciones que hicieron los economistas encuestados por Infosel, quienes anticipaban un retroceso mensual de 1.03% y un crecimiento anual de 2.13%.
Para los analistas, las presiones observadas en el segmento de productos agropecuarios fueron resultado de choques provocados por la pandemia de coronavirus COVID-19, pero serán opacados por las reducciones de precios de energéticos.
Estas bajas “más que compensan las presiones al alza en los precios de alimentos procesados (1.1% mensual) y ganado (2.19% mensual) afectados por la alta demanda y las interrupciones de producción en algunos de sus artículos debido a la pandemia de covid-19”, escribió el equipo de analistas económicos del área de Banca Corporativa en BBVA México. “La inflación continuará en un camino deflacionario en mayo a medida que se produzcan nuevas caídas en los precios de la energía eléctrica y, aunque los precios de la gasolina aumentarán un poco, los precios del gas L.P. y del natural podrían seguir cayendo, así como los precios de otros servicios”.
Por su parte, el componente subyacente de los precios, o aquella medida que excluye los cambios en productos altamente volátiles, como energéticos y agropecuarios, avanzó 0.36% mes a mes y subió a una tasa anual de 3.50%.
El avance de los precios subyacentes también quedó por arriba de las expectativas de los analistas encuestados, quienes anticipaban un crecimiento de 0.33% mes a mes y aumento anual de 3.48%.
El desempeño de los precios es, para los analistas, un elemento más que deberán considerar los integrantes de la Junta de Gobierno de Banco de México cuando se reúnan el jueves 14 de mayo.
Al ubicarse por debajo de la meta de 3%, los precios parecen darle argumentos extra al Instituto Central para adoptar una política monetaria más laxa, que incluso podría ayudar a la economía a enfrentar de mejor manera el freno económico provocado por el covid-19.
“Banco de México recortó 50 puntos base el 21 de abril para poner la tasa de la noche a la mañana en 6% y dejó la puerta abierta a nuevos recortes”, escribió Carlos Capistrán, economista para Canadá y México con Bank of America Merrill Lynch (Bofa), en un reporte. “Esperamos que Banxico continúe reduciendo dado que la inflación general está por debajo del objetivo, la gran contracción en la actividad económica y la falta de acción por parte de la política fiscal”.
La mayoría de los analistas consultados por el banco mexicano Citibanamex esperan un recorte de 50 puntos base el próximo jueves, con lo que la tasa pasaría a un nivel de 5.5%, lo que sería su menor nivel desde diciembre de 2019.
Los integrantes de la Junta de Gobierno, si bien dejaron la puerta abierta a más ajustes a la tasa, hicieron hincapié en la necesidad de ser prudente en el manejo de la política monetaria y dijeron que la contracción económica que provocará la pandemia de covid-19 debe ser también afrontada con herramientas fiscales.
“La mayoría coincidió en que la política monetaria, por sí sola, no podrá resolver las dificultades generadas por los choques que están afectando a la economía”, reveló la minuta del último encuentro. “La mayoría apuntó la importancia de que el Banco de México actúe con prudencia”.
Además, las autoridades podrían aprovechar los ajustes a la baja en las tasas de interés de referencia aplicadas por otros bancos centrales para hacer frente a los daños económicos provocados por el covid-19. Apenas ayer, el Banco Central de Brasil determinó recortar tres cuartos de punto porcentual su tasa de referencia, la Selic, hasta un nivel mínimo histórico de 3%.
No obstante, para los analistas, el deterioro de las perspectivas de crecimiento y la holgura que tiene la inflación frente a la meta puntual de 3%, hacen muy probable que el Banco Central actúe por octava reunión seguida.
“Si bien el banco central sigue siendo cauteloso en su enfoque de la política monetaria, se niega a proporcionar orientación sobre sus acciones y sigue viendo los riesgos para la inflación como si hubieran aumentado tanto al alza como a la baja”, escribieron Rafael de la Fuente y Andrea Casaverde, economista con el banco de origen suizo UBS, en un reporte. “El colapso de la actividad y la caída de la inflación proporcionan municiones suficientes para que Banxico continúe disminuyendo”.
Hace un año, en abril de 2019, los precios al consumidor bajaron 0.05% mes a mes y crecieron 4.41% año a año.