Muchos aseguran que echarán de menos a Barack Obama como presidente de Estados Unidos. Entre ellos no está Nicolás Maduro.
«Peor que Obama no será», dijo el lunes el presidente de Venezuela sobre Donald Trump, que a partir del viernes sucederá a Obama en la Casa Blanca.
Maduro cree que su relación con Estados Unidos sólo puede mejorar con la llegada de Trump.
Pero más que tener una imagen positiva del magnate, el mandatario venezolano la tiene muy negativa de Obama.
«Fue una gran esperanza Obama, así como hoy es una gran decepción«, dijo este miércoles Maduro en un encuentro con la prensa internacional en Caracas.
El presidente recordó y mostró la fotografía del saludo entre Hugo Chávez, predecesor de Maduro, y Obama en la Cumbre de las Américas de 2009 en Trinidad y Tobago.
Pero todo cambió para Maduro: «Ocho años después se convirtió en enemigo de Venezuela».
El presidente acusa a su homólogo de estar detrás de los supuestos intentos de desestabilización contra el gobierno que dirige tras la muerte de Chávez y las elecciones de abril de 2013.
También le recrimina el decreto, renovado la pasada semana, que considera a Venezuela una «amenaza para la seguridad de Estados Unidos».
Tiene sobre todo como objeto tener una justificación legal para imponer sanciones a funcionarios del gobierno venezolano, varios de ellos perseguidos en Estados Unidos por narcotráfico, corrupción o violaciones de derechos humanos.
«Nefasto»
Por ello, Maduro no ahorró duras palabras contra Obama este miércoles. «Su gobierno ha sido el más intervencionista en los asuntos internos de Venezuela y el más nefasto que ha habido en la historia de la historia de Estados Unidos y Venezuela».
«Obama tiene a Venezuela como una obsesión y a mí me tiene en su obsesión. Tiene una obsesión con Maduro porque es un latino, un obrero», dijo el dirigente venezolano.
Pero no sólo lo acusó de una supuesta injerencia en Venezuela.
«En su average se lleva tres golpes de Estado«, dijo, vinculando al presidente estadounidense con los cambios de gobierno en Honduras, Paraguay y Brasil. «Continuó la herencia de (George W.) Bush y la empeoró», agregó.
Por ello, Maduro, de momento, se esperanza con Trump.
«Hoy por hoy nadie sabe qué puede hacer el presidente Donald Trump», dijo cauto este miércoles. Luego, lo defendió. «No me sumo a las campañas de odio contra Donald Trump que hay en el mundo (…) Yo me preguntó a cuento de qué. Porque nosotros sabemos bastante de guerras sucias».
«Pido a dios que cambie su política hacia Venezuela y América latina», deseó Maduro.
Dudas
Pero hay dudas de que Trump vaya a ser favorable para Venezuela.
Ha nominado como secretario de Estado a Rex Tillerson, exdirector ejecutivo de la petrolera Exxon, que en 2007 se negó a aceptar el decreto de nacionalización de Chávez, que ordenaba la formación de empresas mixtas con el sector privado en las que el gobierno tendría la mayoría.
Eso llevó a un litigio entre la empresa y el gobierno, que finalmente pagó por la expropiación, pero menos de lo deseado por Tillerson.
Además, Trump defiende la autosuficiencia energética de Estados Unidos, que cada vez exporta más petróleo. Eso puede perjudicar a Venezuela, ya que su vecino del norte es su principal cliente.
Pero Trump, como Maduro, parece que va a mantener una buena relación con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Además, la política de «Estados Unidos primero» de Trump indica que el nuevo presidente mostrará probablemente escaso interés por lo que pase en Venezuela.
fuente:bbcmundo