A pesar de las persecuciones, la inseguridad, y el riesgo de ser presos sin justificación, tanto los políticos de la oposición como gran parte del pueblo “no chavista” insisten en la calle para que se lleve a cabo el referéndum revocatorio que terminaría con el mandato de Nicolás Maduro. Henrique Capriles, el máximo líder opositor aún en libertad, tiene prohibición del gobierno para abandonar el país, al igual que otros políticos del grupo. El gobierno trata de bloquear por todos los frentes las acciones en su contra pero la situación se le va de las manos. Cada día hay mas ciudadanos que quieren un cambio y las encuestas sobre el referéndum lo dicen claramente. Esto no sería posible si muchos de los que apoyaron a Chávez en su momento y ahora a Nicolás Maduro hayan comprendido al fin de qué se trata este gobierno y sus personajes. Salvo los que forman parte del reparto de beneficios, el resto no es hoy en día un voto seguro para el gobierno. Con una economía quebrada y falta de insumos básicos en todos los hogares, es evidente que poco a poco perderá adeptos cuyos votos irán a parar a la oposición. Nada peor que un votante desencantado, arrepentido y dolido porque su elegido no ha cumplido las expectativas. Suelen convertirse en el peor opositor ya que ha probado de su propia medicina.
No pueden ir al referéndum pero salen a la calle
Sin importar los riesgos, la gente cansada de no conseguir lo mínimo indispensable para vivir sale a la calle a reclamar por sus derechos y con el objetivo de terminar de una vez por todas con este gobierno. No lo hace con violencia sino con presencia activa, pero no está descartado que el gobierno decida reprimirlos. El último jueves, una serie de decisiones judiciales adoptadas por tribunales de provincia hicieron que el (CNE), Consejo Nacional Electoral, que es controlado por el gobierno, aproveche para suspender la recolección del 20 % de firmas restantes que estaba prevista para esta semana. Este era el último paso para poder convocar al referéndum revocatorio contra el Presidente. La ex diputada María Corina Machado y Lilian Tintori, esposa del opositor preso Leopoldo López, organizaron una protesta de mujeres que se realizo el día sábado. Henrique Capriles, gobernador del Estado de Miranda y candidato presidencial de las últimas elecciones calificó la acción del gobierno como un golpe de Estado. Su palabra es muy importante para mantener viva la oposición ya que no solo mantiene su caudal electoral sino que lo acrecienta en manos de “desertores del chavismo”, la mayoría por necesidad y otros por decepción. En una rueda de prensa que se realizó recientemente en Caracas la alianza opositora, Mesa de Unidad Democrática, trató de dar una impresión de unidad ante la crisis a pesar de algunas diferencias e intereses electorales diferentes.
Una toma de Venezuela
Henrique Capriles anunció una movilización masiva para este miércoles y dijo al respecto, “nos movilizaremos a donde haya que movilizarse” a lo que agregó que “todos entienden a qué me refiero” dejando en claro que el destino principal será Caracas donde están los poderes públicos y la sede de la Presidencia. Según el líder opositor, el Presidente incurrió en “abandono de cargo”. Nicolás Maduro emprendió una gira por las naciones petroleras con el fin de estabilizar el precio del crudo en los mercados internacionales “sin solicitar permiso al Parlamento para el viaje”. Capriles espera que las fuerzas armadas den su respaldo a todas las acciones que se lleven a cabo para restaurar el orden institucional para terminar con una frase no muy ortodoxa de “ser pacífico no es lo mismo que ser pendejo”
Otro tema que puso en el tapete la rama más radical de la oposición se refiere a la nacionalidad de Nicolás Maduro. Informaciones no verificadas dicen que el Presidente habría nacido en Colombia y de padres colombianos. La Constitución vigente exige que el presidente de la República sea venezolano de nacimiento, extremo que Maduro no cumpliría de comprobarse los rumores.
Traición a la patria
Capriles piensa que será acusado por el gobierno por “traición a la patria” desde el bando oficialista. Por ello fue en busca del canciller Luis Almagro, secretario general de la (OEA), Organización de Estados Americanos para que una delegación se presente a supervisar las protestas, subrayando que la OEA es un ente al que Venezuela está adscrita y que el país es signatario de la Carta Democrática. Por su parte Diosdado Cabello exigió que una vez suspendido el referéndum revocatorio la justicia debe llevar a la cárcel a los responsables, aduciendo a un posible fraude que la oposición habría cometido en la recolección del 1 % inicial de las firmas. Además amenazó con un “No nos hemos jugado todas nuestras cartas” el contraataque chavista apenas comienza.
Milagro de último momento
El Papa Francisco logró lo más parecido a un milagro, haciendo que el próximo domingo se reúnan en Isla Margarita el chavismo y la oposición, ambos enemigos irreconciliables desde hace 18 años. Buscarán una salida a la insostenible situación para evitar una guerra civil y un estallido social aún mayor. Es de destacar que si Maduro no se sintiera perdido no hubiese acudido a Francisco y no hubiese aceptado ningún diálogo. El gobierno se debilita día a día.
Uruguay y Argentina toman posición sobre Venezuela
El presidente de la República Oriental del Uruguay, Dr. Tabaré Vázquez, expresó que su país promueve las soluciones pacíficas para las controversias existentes entre el Gobierno y la oposición generadas en Venezuela, aduciendo que debe haber diálogo entre las partes. Propuso como mediador al Papa Francisco, algo que finalmente se produjo. Además los dos Presidentes de los países del Río de la Plata se refirieron a la presencia de Venezuela en el Mercosur. Dijeron que este país está cada vez más cerca de quedar fuera del Mercosur debido a las últimas escaladas del gobierno de Maduro que consideran lleva la situación a una amenaza regional. Mauricio Macri advirtió que hay motivos suficientes para aplicar la carta democrática del organismo. Por su parte el Dr. Tabaré Vázquez manifestó que “Personalmente hemos defendido el derecho soberano de los pueblos a manifestarse, el derecho a decir lo que piensa y a ser respetado en sus voluntades. Por fin ambos gobiernos toman la posta de fijar posición frente a las necesidades e injusticias que soporta el pueblo venezolano. Esperemos que a partir de ahora mantengan una línea de coherencia en todos los foros y ámbitos en que intervienen. Se avecinan nuevos tiempos en Venezuela, con sacrificio pero con una perspectiva que no había anteriormente. El pueblo crece y el gobierno se desvanece poco a poco.
Fuente:
Memorias del mundo