La muy esperada investigación de los órganos de inteligencia estadounidenses sobre el origen del COVID-19 no tiene hasta ahora los resultados esperados. Según reportes de prensa, la comunidad de inteligencia le han informado al presidente Joe Biden de que no tienen una conclusión clara sobre el origen de la enfermedad que ha ocasionado la pandemia.
Los servicios de inteligencia de EE. UU. informaron al presidente Joe Biden que no han llegado a una conclusión definitiva después de revisar la información disponible sobre los posibles orígenes del COVID-19.
La pandemia ha enfermado a más de 213,2 millones de personas en todo el mundo desde finales de 2019 y ha matado a más de 4,4 millones, según el Centro de Recursos de Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins.
El presidente Biden ordenó a las agencias de inteligencia de la nación en mayo que entregarán un informe en 90 días sobre si el virus, que se detectó por primera vez en Wuhan, China, era el resultado de una transmisión de animal a humano o una fuga accidental de un laboratorio de Wuhan.
El presidente ordenó a las agencias de inteligencia estadounidenses que examinaran los orígenes del brote después de que la Organización Mundial de la Salud emitiera un informe basado en su propia investigación.
El informe de la OMS, que encontró que el brote probablemente comenzó como una transmisión de animal a humano, fue criticado como incompleto, principalmente debido a que el gobierno chino no cooperó con la investigación de la agencia de salud global.
El director de inteligencia nacional presentó un informe clasificado a Biden el martes, informaron los medios de comunicación estadounidenses. Funcionarios no identificados dijeron que partes del informe se desclasificarán y se darán a conocer al público en los próximos días.
Eficacia decreciente de la vacuna
Mientras tanto, un nuevo estudio realizado en Gran Bretaña revela que la eficacia de las vacunas COVID-19 Pfizer y AstraZeneca disminuye después de seis meses.
El estudio encontró que la protección de la vacuna Pfizer de dos dosis disminuye del 88% un mes después de la segunda dosis al 74% después de aproximadamente cinco a seis meses, mientras que la eficacia del régimen de dos dosis de AstraZeneca disminuyó del 77% un mes después de la administración de la vacuna final al 67% después de un período similar.
Un estudio separado de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. muestra que la efectividad de las vacunas Pfizer y Moderna COVID-19 contra la variante delta altamente contagiosa se redujo del 91% al 66%. Ambas vacunas se desarrollaron utilizando tecnología innovadora.
Los CDC también publicaron un estudio el martes que muestra que las personas no vacunadas tienen aproximadamente 29 veces más probabilidades de ser hospitalizadas con COVID-19 que aquellas que están completamente vacunadas. Los hallazgos se basaron en una encuesta de pacientes en el área de Los Ángeles, California, entre el 1 de mayo y el 25 de julio.
* Parte de la información para este informe provino de Associated Press, Reuters, Agence France-Presse.