El embajador invitó a un desayuno a varios miembros de la Cámara de Representantes, para expresar el apoyo a la objeción del gobierno a las
facultades sobre extradición que tiene y algunos puntos consignados en los acuerdos suscritos con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y que la Corte Constitucional ratificó en un fallo posterior a la objeción.
La comisión de la Cámara hizo caso omiso y también rechazó dicha objeción.
Al respecto, el senador Alvaro Hernan Prada, indicó que «el embajador lo hizo de buena fe, y simplemente diciendo ojalá en materia de extradición
EE.UU. no reciba un mal mensaje, o los congresistas en EE.UU».
El mismo embajador invitó a una cena, esa noche, a los miembros de la Corte Constitucional, con el objetivo también de plantear el tema.
Hubo un alboroto tal por lo que podría ser una supuesta intervención del embajador en la política interna de Colombia. La presidenta de la Corte, Gloria Ortiz, llamó a la embajada a declinar la invitación. La embajada divulgó un comunicado cancelando el evento.
Una de las cosas que más preocupa a Estados Unidos sobre la JEP es la aplicación del mecanismo de extradición para los excombatientes que hayan cometido delitos -considerados dentro de los acuerdos de extradición- después de la firma del acuerdo de paz.
fuente:voanoticias