Los españoles, los argentinos, los peruanos, mexicanos y los italianos tendrán sus propios motivos, pero los salvadoreños los tenemos bien definidos y marcados. Raffaella Carrá nos recuerda muchas cosas de nuestra infancia, adolescencia, de nuestra acampanada sociedad de mediados de los 70 y las melenas de los 80.
A cada uno le viene un recuerdo específico cada vez que escuchamos una melodía o vemos una coreografía de la Carrá. Los desafiamos a darle «click» y «like» a cada uno de sus recuerdos, con el siguiente listado de motivos por los cuales no olvidamos a esta italiana:
1- Porque no ha habido otra «show woman» con tanta habilidad para cambiar su vestuario en público.
En este video del programa Fantástico (1982), nos muestra la ingeniosidad de sus diseñadores para vestirla con tres trajes a la vez, sin perder la elegancia, ni las curvas de la cantante.
2- Porque tampoco ha habido otra vedette que sea capaz de desempeñar tres talentos simultáneamente, en forma impecable y sin usar el «play back»: a) cantar en vivo; b) ejecutar danza clásica; c) y, actuar.
En esta coreografía, dirigida por su actual esposo (el bailarín de bigote, Sergio Japino), ejecuta elegantes Arabesques, técnicas de «battu- batterries» que luego combina con los adorables «quatrieme derriere», capriolas y casi invisibles cuellos de pie, con graciosos «developpé», intrépidas aperturas y su habitual ritual de reverencia que le caracterizó al final de cada presentación.
3- Porque antes de que naciera Madonna, Lady Gaga, Shakira y JLO, ya cantaba y bailaba el género «pop», con arriesgado dominio de cuello como nadie lo ha hecho.
Era 1979, y la Carrá agitaba cuerpo y cuello con desbordante energía y su infaltable reverencia final de «Grand-plié», en señal de respeto a su público.
4- Porque fue la primera, y quizá la única cantante, sancionada por un Papa, por mostrar el ombligo, lo cual se consideraba «atrevido» en los años 70. A finales del Siglo XX y en el presente XXI, los Papas pudieron haber sancionado los sacrilegios de Madonna, por ejemplo, y no lo han hecho.
El Tuca Tuca fue una canción sancionada por el Vaticano por considerarla amoral. La letra y los pasos del baile invitaban a tocarse entre sí. Han pasado 43 años de este «atrevimiento» y nos parece inocente, comparado con las letras y bailes de esta época.
5- Porque a la vez cautivó a medio mundo en 1970 con canciones sencillas.
Esta fue su primera intervención en la televisión española (cuando aún no usaba atuendos atrevidos) y a partir de entonces contagió al público de habla hispana con sus pasos al ritmo de los instrumentos de percusión.
6- Porque «Caliente, caliente» aún permanece en nuestra memoria, por su letra, por su ritmo y sobre todo por su traje rojo con transparencias en los glúteos.
Era 1981 y la Carrá se tornó más atrevida con sus canciones y sus bailes. De ahí en adelante, todos la recordamos tal cual. Caliente Caliente se representó por los chicos en los eventos culturales de las escuelas, en los programas de mímica de la TV, en los «show gay» clandestinos y se bailó en las discotecas con desenfreno. Cuando las TV evolucionaron del blanco y negro al color, descubrimos que el traje de Caliente Caliente era rojo y nuevamente nos desencajamos. Nótese en este video que los giros hacia atrás de la cantante son filmados de lejos.
7- Nuevamente, porque todos cantamos e imitamos los pasos de la Carrá en «El amor todo es empezar», conocida como «Explota, explótame».
Era 1980 y todas las radios y canales de TV mantenían en los primeros lugares de la lista esta canción, donde la Carrá hace otro de sus pases característicos y únicos: batir su melena y su cuello al ritmo de la percusión.
8- Porque aunque queramos olvidarla en pleno Siglo XXI, con más de un centenar de artistas nuevos y talentosos, no podemos hacerlo. Bob Sinclair retomó su éxito «Explota, explótame» para crear un súper mix que ahora escuchamos en las discos y hasta en las clases de spinning.
Esta versión no sólo es pegajosa por su ritmo y su letra en italiano, sino por el atrevido escote de espalda del traje y la envidiable figura de la Carrá.
9- Porque cuando creíamos que ya no escucharíamos un nuevo éxito de la Carrá, ella misma se encargó de recordarnos que no ha dejado de ser cantante, compositora, bailarina, actriz y presentadora de TV.
Replay es el último sencillo de la estrella estrenado en 2014 a raíz de la simpatía que el público joven le mostró en el programa La Voz Italia, donde fue una de las jueces del equipo.
10- Y por último, porque quienes no la conocían supieron quién es la Carrá al ver La Voz Italia, especialmente, cuando la hermana Cristina, una de las participantes del programa, sorprendió a la mismísima diva europea y consentida de los cuarentones.
Nótese que a nuestra inolvidable Raffaella Carrá ya se le notan los 70 años, pero nos demuestra que no ha querido caer en la tentación de Lucía Méndez. La Carrá sigue igual, más vieja, pero inolvidable.
edh