Las vacunas han salvado millones de vidas en las últimas décadas, uno de los descubrimientos más importantes de salud pública de nuestro tiempo.
“Aunque los antibióticos han revolucionado la medicina, nada ha sido más poderoso en términos de salvar vidas y prevenir enfermedades que las vacunas”, afirma el doctor Jonathan Grein, director de epidemiología hospitalaria del Centro Médico Cedars-Sinai Los Ángeles.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, las inmunizaciones previenen 2-3 millones de muertes cada año.
“Las vacunas protegen a los niños entrenando al sistema inmunológico a combatir estas infecciones”, dijo el Dr. Vikram Anand, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas en Cedars-Sinai.”La vacunación de los niños, especialmente niños pequeños, es muy importante porque su sistema inmunológico no es tan fuerte como el de los adolescentes y los adultos, lo que los hace particularmente vulnerables a una serie de enfermedades virales y bacterianas”, continuó.
El Dr. Grein hace hincapié en que las vacunas son tan importantes hoy como hace unos años. “Algunas personas piensan que, como rara vez vemos personas enfermas de sarampión, paperas, viruela o tétanos, ya no deberíamos vacunar contra estas infecciones”.
“En realidad, muchas de estas infecciones son bastante comunes en países con limitado acceso a la vacunación”, dijo el Dr. Grein. “Es fácil olvidar que la razón por la que no vemos estas enfermedades en nuestros países se debe a las altas tasas de vacunación”.
Los virus migran de un país a otro porque las personas viajan con mayor frecuencia, ya sea por trabajo o por turismo.
La Organización Mundial de la Salud aclara algunos mitos acerca de la vacunación:
Mito: Las enfermedades prevenibles mediante vacunación están casi erradicadas en mi país, por lo tanto no hay motivos para que me vacune. FALSO
Si bien las enfermedades prevenibles mediante vacunación son actualmente poco comunes en muchos países, los agentes infecciosos que las provocan siguen circulando en algunas partes del mundo. En un mundo sumamente interconectado, esos agentes pueden atravesar las fronteras geográficas e infectar a cualquier persona no protegida. Por ejemplo, a partir de 2005, en Europa occidental se produjeron brotes de sarampión en poblaciones no vacunadas de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Italia, el Reino Unido y Suiza. Por consiguiente, hay dos motivos fundamentales para vacunarse, a saber, protegernos a nosotros mismos y proteger a quienes nos rodean. Los programas eficaces de vacunación, al igual que las sociedades eficaces, dependen de la cooperación de cada persona para asegurar el bien común. No deberíamos depender de las personas que nos rodean para detener la propagación de enfermedades; nosotros mismos también tenemos que hacer nuestra parte.
Mito: Las enfermedades de la infancia prevenibles mediante vacunación son algo inevitable en la vida. FALSO
Las enfermedades prevenibles mediante vacunación no tienen por qué ser “algo inevitable en la vida”. Enfermedades tales como el sarampión, la parotiditis y la rubéola son graves y pueden acarrear importantes complicaciones tanto en niños como en adultos, por ejemplo, neumonía, encefalitis, ceguera, diarrea, infecciones del oído, síndrome de rubéola congénita (si una mujer contrae rubéola al principio del embarazo) y defunción. Todas estas enfermedades y sufrimientos se pueden prevenir mediante las vacunas. Los niños no vacunados contra estas enfermedades quedan innecesariamente vulnerables.
Fuente:el news semanal