Requiere sacrificio y disciplina, pero el resultado parece valer el esfuerzo de someterse a un exigente programa de entrenamiento.
No se trata sólo de levantar pesas, salir a correr y sentir que se está en forma, si no de controlar los hábitos de alimentación y sueño, y otros factores para conseguir el objetivo final: un cuerpo perfecto.
Esto es lo que viene ocurriendo en Reino Unido en los últimos años, en donde se vive un un auge en el número de mujeres jóvenes que están volcándose en la práctica del fisicoculturismo aficionado.
«Hay muchas que se contagian y se sienten atraídas por participar en una competencia, pero lo principal es que se está formando una comunidad. Cada año se dobla el número de competidoras y la relación en el número de hombres y mujeres que lo practican se está reduciendo a favor de ellas»,dijo David Bissell, director de MASS, grupo que se encarga de la organización campamentos de entrenamientos en universidades.
«Creo que una de las razones de este crecimiento es su exposición en las redes sociales», afirmó.
«La gente en Instagram y la gente que le gusta estar en forma son muy proactivos y cuentan con un gran número de seguidores, que ven a las fisicoculturistas como modelos a seguir», aseguró Bissell, quien también organiza el Student Physique Championships (SPC, por sus siglas en inglés), un campeonato dirigido a personas que le rinden culto al físico a nivel aficionado.
Según Brittany Rhodes, ganadora del concurso Miss NABBA, organizado por la Asociación Nacional de Fisicoculturistas de Reino Unido, se trata de algo más que una moda pasajera.
«Era muy delgada y eso me afectaba. Quería un cuerpo con curvas y así fue que comencé a entrenar», dijo agregando que lo más importante para ella era potenciar la confianza en sí misma.
«Pienso que a las chicas levantar pesas les produce una sensación de satisfacción importante«.
«Mucha gente piensa que sólo los ejercicios aeróbicos son los que sirven para estar en forma, pero uno quema muchas más caloría si levanta pesas también».
Personalizado
El culturismo no es una práctica que esté exenta de riesgos y son muchos los elementos a tener en cuenta.
De hecho, las asociaciones de fisicoculturistas y los gimnasios dedicados a esta práctica recomiendan que se consulte con los especialistas.
Es por eso que los programas de entrenamiento se deben personalizar de acuerdo a las características de cada persona bajo la supervisión de entrenadores personales, expertos en fisicoculturismo, doctores y nutricionistas.
«Algunas personas lo ven como una obsesión, pero para mí es lo contrario«, asegura Brittany Rhodes.
«Cada persona que lo práctica tiene un razón para hacerlo».
«Yo trabajo unas 50 horas a las semana y me levantó a las cuatro de la mañana para ir al gimnasio y regreso una vez que termino mi jornada», señala.
«Se trata de tener una prioridad y establecer un objetivo. Te pones un plan de 30 días y luego lo extiendes a 60 días. Tu cuerpo puede cambiar mucho. Puede ocurrir si sigues la dieta y el entrenamiento correcto».
Rhodes reconoce que en muchas ocasiones siente que se trata de una tortura y que es muy duro seguir con la rutina, aunque dice que una de las cosas que más la motiva es entrar a un gimnasio y ser capaz de levantar más peso que un hombre.
fuente:bbcmundo