Por los menos 50 transportistas fueron diagnosticados como positivos en la frontera norte desde Nicaragua, por lo que se les impidió entrar a suelo costarricense. Costa Rica se está preparado para un operación de relevo de mercaderías en la frontera, lo que posibilitaría que los transportistas no tuvieran porqué entrar ni salir del país.
SAN JOSÉ – Las autoridades en Costa Rica aclararon que mantienen las fronteras abiertas, a pesar de la suspensión del transporte en los principales puntos limítrofes con Nicaragua y Panamá por una discrepancia sobre la forma de aplicar controles de entrada y salida de transportistas en medio de la pandemia.
“Las fronteras de Costa Rica, norte y sur, no están cerradas”, dijo el ministro de Seguridad, Michael Soto. “Circunstancias de los países vecinos es lo que está haciendo que no fluya la situación”.
Desde el 18 de mayo, el Consejo de Ministros de Integración Económica Centroamericana (COMIECO) solicitó a Costa Rica suspender la aplicación de las medidas que adoptó el pasado viernes, 15 de mayo, en relación con la entrada de transportistas extranjeros a su territorio.
Sin embargo, las autoridades costarricenses declinaron esta opción.
“Las medidas fueron tomadas al amparo de las facultadas soberanas costarricenses de garantizar la protección y resguardo de su salud pública y conforme con los instrumentos jurídicos regionales”, explicó el Ministerio de Comercio en un comunicado de prensa.
En esa línea, el ministro de Salud costarricense, Daniel Salas, indicó que 38 de los contagios de coronavirus registrados hasta el martes 19 de mayo en el país corresponden a transportistas o contactos primarios o secundarios de transportistas.
“El riesgo es tal que solo uno de esos casos logró contagiar a 18 personas”, dijo Salas.
Por los menos 50 transportistas fueron diagnosticados como positivos en la frontera norte con Nicaragua y se les impidió el ingreso al país. Sin embargo, la cartera de Salud informó que en territorio costarricense se encuentran 11 transportistas que entraron antes de la directiva de gobierno o que no fueron recibidos por Nicaragua al ser diagnosticados con COVID-19 en la frontera y no ser nicaragüenses.
“Los datos hacen evidente y urgente la medida sanitaria”, explicó Salas. “Estamos comprometidos con el bienestar de las y los costarricenses y tomaremos las medidas que sean necesarias para esta protección”.
Agregó que no es intención de Costa Rica “truncar el comercio regional” y agradeció “el trabajo valioso que conduce COMEX [Ministerio de Comercio Exterior] en el diálogo con sus pares centroamericanos, con el fin de avanzar en soluciones”.
Por su parte, la ministra de Comercio, Dyalá Jiménez, dijo que se sigue “trabajando en el diálogo con el sector privado costarricense para encontrar mecanismos que permitan abordar el riesgo sanitario y asegurar la continuidad del comercio”.
“Deseo enfatizar que Costa Rica no ha cerrado las fronteras ni ha cerrado el diálogo con la región”, declaró.
Costa Rica está aplicando una serie de medidas para que los transportistas solo puedan entrar a las instalaciones de los puestos fronterizos para hacer operaciones logísticas y con esto garantizar las importaciones y exportaciones, y evitar que las fronteras se conviertan eventualmente en focos de contagio del COVID-19.
Esto implica que solamente entrarán a suelo costarricense quienes vayan de tránsito de frontera a frontera. A ellos, se les da estricto seguimiento y vigilancia policial, algo que Soto ha denominado como “convoy sanitario”, donde los custodiados solo pueden hacer paradas estratégicas dictadas por las autoridades.
Paralelo a esto el titular de Seguridad explicó que Costa Rica se está preparado para el denominado “enganche y desenganche”, así como para el relevo de mercaderías.
Esto implica la entrada de los transportistas para dejar la carga en la zona primaria en las fronteras y el retorno de los mismos a su país de origen, y el enganche del tráiler por un profesional que opere en suelo costarricense.