A la madre de Naama Issachar, encarcelada en Rusia por siete años y medio por un cargo menor de drogas, se le negó la posibilidad de visitar a su hija el martes a pesar de haber recibido el permiso de la corte el lunes.
La madre de Issacar, Yafa, llegó a la prisión el martes por la mañana, pero le dijeron que una visita a Naama la semana pasada por parte del cónsul israelí había sido a expensas de una visita de su madre.
Los esfuerzos de los abogados de Naama y el embajador adjunto israelí en Rusia para cambiar esta decisión no tuvieron éxito, y posteriormente Yafa regresó a su departamento alquilado en Moscú sin ver a su hija.
Según un amigo de la familia Issacar, la dirección de la prisión que retiene a Naama le dijo a su madre que tampoco se permitía una llamada telefónica.
“Estoy indefensa y no entiendo por qué hacen las cosas más y más difíciles para Naama cada día“, dijo Yafa después del incidente.
“Esto es abuso y solicito al presidente, al primer ministro y al jefe del Consejo de Seguridad Nacional que pongan fin a este abuso contra Naama. Naama es inocente y está pagando un alto precio debido a decisiones legales y diplomáticas del Estado de Israel que no tienen conexión con Naama. No puede ser una cautiva o una moneda de cambio entre los dos países”.
El presidente Reuven Rivlin y el primer ministro Benjamin Netanyahu pidieron al presidente ruso Vladimir Putin que otorgue el perdón a Naama y la libere, pero Putin aún debe tomar una decisión.
Una decisión de la Corte Suprema de deportar a un ciudadano ruso actualmente detenido en Israel debido a una solicitud de extradición de Estados Unidos contra él por fraude y cargos de piratería ha complicado aparentemente la situación de Naama.
Issacar, quien nació en Estados Unidos y tiene doble ciudadanía estadounidense-israelí, regresó a Israel en abril después de un viaje de tres meses a la India, mediante un vuelo de conexión a través de Moscú.
Mientras abordaba su vuelo a Tel Aviv, la policía rusa la detuvo y le dijo que habían encontrado el cannabis en su equipaje facturado.
Issachar reconoció que el equipaje era suyo, pero dijo que el cannabis no, y que no sabía cómo se metió en su equipaje.
Inicialmente fue acusada de posesión de cannabis, un cargo relativamente menor, pero un mes después fue elevada a un cargo de contrabando de narcóticos a Rusia.
Issachar ha dicho que no sabía que el cannabis estaba en su equipaje facturado y niega tanto la posesión como los cargos de contrabando.
Su familia ha señalado que el cannabis nunca estuvo en su persona mientras estaba en el aeropuerto de Moscú, sino en su equipaje facturado y que nunca salió del aeropuerto, ni siquiera lo intentó, demostrando que no tenía intención de “pasar de contrabando” los nueve gramos de cannabis en Rusia.
Fuente: The Jerusalem Post