Dos estudios en Israel indican que con al menos una dosis se achica el riesgo de infectar a otras personas y se incrementan las defensas de quien la recibe.
Nuevos estudios realizados esta semana en Israel revelaron que aquellos que recibieron al menos una dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech contra el COVID-19 son menos propensas a transmitir partículas del coronavirus
El primero de ellos, publicado el 8 de febrero por científicos de los centros de pruebas de COVID-19 MyHeritage Lab y el Laboratorio Central de Virología del Centro Médico Sheba, indicó que la acción de proteger a quienes están inmunizados y a los que interactúan con ellos aumentó cuatro veces para las infecciones que ocurren de 12 a 28 días después de la primera de las dos dosis.
Este documento, que respondería a la pregunta clave de si las vacunas contra el COVID-19 no solo protegen al vacunado sino también a las personas cercanas a él, fue redactado por los investigadores Yaniv Erlich, director científico de MyHeritage; Ella Petter, Danit Oz-Levi y Asaf Younger de MyHeritage; Orna Mor y Neta Zuckerman del Laboratorio Central de Virología; y Dvir Aran del Instituto de Tecnología Technion de Israel.
El segundo estudio, basado en las conclusiones del servicio de salud Maccabi, el segundo más grande de Israel, reveló que los datos de dos laboratorios de pruebas mostraron que la vacunación reduce la carga viral de 1,6 a 20 veces en las personas que dieron positivas de haberse contagiado del virus el SARS-CoV-2.
Ambas investigaciones dan esperanzas respecto al posible hecho de que las personas vacunadas se protejan no solo a sí mismas sino también a quienes las rodean de desarrollar síntomas graves de la enfermedad y respecto a que se podría acelerar el alcance de la inmunidad colectiva -lo que ocurre cuando un porcentaje suficiente de la población tiene inmunidad y brinda protección indirecta a quienes no están inmunizados- de Israel.
Es que en Israel, este tema es muy importante y aunque es el país del mundo que ha vacunado a más personas per cápita -69,46 al 10 de febrero-cerca del 30 por ciento de la población tiene menos de 16 años y, por lo tanto, no puede recibir la vacuna.
Los estudios fueron posibles ya que los datos en Israel son abundantes porque el país comenzó la implementación del plan de vacunación el 20 de diciembre de 2020 y se centró en personas de 60 años o más.
“En este momento, más del 75 por ciento de las personas de este grupo etario pasaron al menos 14 días después de la primera dosis en comparación con el 25 por ciento de las personas de entre 40 y 60 años”, indicaron los investigadores del primer estudio, que trazó la distribución del valor del umbral del ciclo (Ct), que muestra la cantidad de virus que alberga una persona infectada de 16.297 pruebas positivas de qPCR realizadas entre el 1 de diciembre y el 31 de enero en estos dos grupos de edad.
“Debido a que no tenemos acceso al estado de la vacuna de cada prueba, nuestra hipótesis era que si las vacunas reducen la carga viral, deberíamos ver una diferencia en los valores de Ct entre estos dos grupos de edad a fines de enero pero no antes”, explicaron. Y sí, hasta el 15 de enero no hubo diferencias significativas en el valor medio de Ct entre los grupos.
En la última quincena de enero -tal como se predijo- el valor Ct promedio de más de 60 individuos evaluados fue significativamente más débil en comparación con el grupo más joven.
Después de corroborar estos resultados usando un modelo matemático, los científicos utilizaron datos demográficos y tasas de vacunación diarias para estimar el efecto de la vacunación en la reducción de la carga viral. “Nuestra estimación sugiere que la vacunación reduce la carga viral de 1,6 a 20 veces en individuos que son positivos para el SARS-CoV-2. Esta estimación podría mejorar después de que más personas reciban la segunda dosis”, afirmaron los investigadores en uno de los estudios.
Foto: ISRAEL21c