El Gobierno español expresó que la reciente resolución de la ONU que condena los asentamientos israelíes en Cisjordania (Judea y Samaria) y Jerusalén oriental es “equilibrada” y “busca favorecer la paz” entre las dos partes y negó que vaya “en contra” de Israel.
Así lo explicaron fuentes diplomáticas con motivo de la convocatoria del Gobierno de Israel para censurar a los países del Consejo de Seguridad de la ONU por su apoyo a dicha resolución, con la que el viernes se declararon ilegales los asentamientos israelíes de Cisjordania y los barrios judíos de Jerusalén oriental, incluyendo el vecindario judío de la Ciudad Vieja y el Muro Occidental o “Kotel Hamarabí” (conocido en el mundo gentil como Muro de los Lamentos).
Los diplomáticos argumentaron que España, al igual que la Unión Europea, considera que los asentamientos son “contrarios al derecho internacional” y “un obstáculo para la paz” y agregaron que Miguel Moro, encargado de negocios de la embajada de España, es quien ha acudido a la convocatoria del Gobierno de Israel en sustitución del embajador, Fernando Carderera Soler.
Sobre los asentamientos, las mismas fuentes reiteraron la postura de España, que es la de su oposición a estos al considerar que “van en contra de la confianza necesaria para reanudar las conversaciones de paz” entre Israel y la Autoridad Palestina y “hacen inviable la solución de los dos estados”.
Asimismo, fuentes diplomáticas destacaron que España condena los actos de terrorismo en la región, así como cualquier “acto terrorista o incitación a la violencia”.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que condena la política israelí de asentamientos y exige su cese “inmediato” y “completo”.
Estados Unidos, que es uno de los cinco miembros permanentes del organismo y tras haber vetado en 2011 una resolución similar, se abstuvo y permitió que el texto, propuesto por Nueva Zelanda, Venezuela, Malasia y Senegal, prosperara con el respaldo del resto de miembros del Consejo.
Esta resolución exige a Israel el cese de su política de asentamientos en Cisjordania (Judea y Samaria), incluido Jerusalén oriental, e insiste en que la solución al conflicto de Oriente Medio pasa por la creación de un Estado palestino que conviva junto a Israel.
La resolución 2332 es la primera sobre el conflicto de Oriente Medio que el Consejo aprueba desde 2009. EFE y Aurora