GINEBRA – El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió el miércoles que los países que están levantando las restricciones para contener el brote de coronavirus, se arriesgan a tener que volver a implantarlos si no los relajan con extrema precaución.
“El riesgo de regresar al confinamiento se mantiene real si los países no manejan la transición con extremo cuidado y en un enfoque de fases”, dijo el director en una conferencia sobre el coronavirus en Ginebra.
Tedros dijo que los países deben tomar una serie de pasos antes de levantar las restricciones de viajes y otras medidas de control del virus, incluyendo tener programas de vigilancia y asegurar que el sistema de salud se encuentra listo.
Advirtió que sin sistemas de salud robustos, sería imposible regresar a la normalidad luego que la pandemia mengüe, diciendo que “la pandemia del COVID19 eventualmente cederá pero no puede haber un regreso a lo normal de siempre”.
Al empezar India esta semana a levantar sus restricciones, el número de muertes y contagios confirmados aumentó considerablemente al avanzar el virus más agresivamente tras regresar la gente a las calles.
India, una nación de 1.300 millones de personas, tiene una tasa de infección per capita muy inferior a la de muchas naciones, incluyendo varios países europeos y Estados Unidos, gracias a duras medidas de confinamiento.
El saldo de muertes diarias sin embargo, se ha disparado de unas cuantas docenas hace unas tres semanas, a más de 100 diarias. India actualmente tiene 52.340 casos confirmados y 1.768 muertes, según el registro que lleva la Universidad Johns Hopkins.
Brasil y Estados Unidos están teniendo dificultades en su combate contra el virus, indicaciones de lo mucho que falta por hacer.
Sao Luis, una ciudad brasileña de casi un millón de habitantes, y partes de tres municipios en el estado de Maranhao, han estado sometidas a un confinamiento absoluto por primera vez. El confinamiento fue impuesto ante la preocupación de que el sistema de salud estuviera por colapsar en el país, el más afectado en Latinoamérica. El gobernador de Maranhao, Flavio Dino, dijo que el 95 por ciento de las camas en salas de cuidados intensivos en los hospitales públicos está ocupado.
Un análisis de la agencia Associated Press encontró que las tasas de infección en Estados Unidos están aumentando en los alrededores de la ciudad de Nueva York, especialmente en zonas rurales.
«No se equivoquen. El virus está aún circulando en nuestra comunidad, quizás incluso más ahora que en semanas anteriores.”, explicó Linda Ochs, la directora del departamento de salud del condado Shawnee, en Kansas.
En un área de familias de bajos recursos en el sudeste de Georgia, la tasa de mortalidad per capita ha aumentado a una de las más altas del país. De los diez condados con las más altas tasas de mortalidad del país, la mitad están en el suroeste rural de Georgia.
Investigadores en la Universidad Emory, en Atlanta, dicen que a los pacientes de coronavirus en la región les está yendo peor que en casi cualquier otro lugar en Estados Unidos. Las personas en comunidades rurales y de ascendencia afroamericana, que representan grandes segmentos de la población en la región, tienen más posibilidades de estar empleados en trabajos que no se prestan a respetar el distanciamiento social e históricamente han tenido menos acceso a servicios de salud.
Siete hospitales rurales en ese estado sureño han cerrado en la última década. La Alianza de Hospitales Comunitarios de Georgia dice que nueve condados no tienen un solo doctor.
El virus ha infectado a más de 3.7 millones de personas y ha matado a unas 260.000 alrededor del mundo, según los datos globales recopilados por la Universidad Johns Hopkins.
Los expertos en general están de acuerdo en que las cifras reales son mayores debido a que las capacidades para hacer pruebas de detección son limitadas, por distintos métodos de contabilizar los fallecimientos y por la supresión de datos por parte de algunos gobiernos.
Estados Unidos encabeza al mundo por un amplio margen en infecciones, con más de 1,2 millones, y en muertes, las cuales han sobrepasado ya las 71.980. Las cifras de nuevos contagios siguen aumentando en Estados Unidos por más de 20.000 al día y las muertes diarias fluctúan entre 1.000 y 2.000 diarias.
El presidente Donald Trump dijo el miércoles que su grupo de trabajo del COVID19 seguiría trabajando pero concentrándose más en la reactivación de la economía. El vicepresidente Mike Pence afirmó el martes que la Casa Blanca planeaba desarticular al grupo de trabajo dentro de un mes, diciendo que la medida es “un reflejo del tremendo progreso que hemos hecho como país”.
Un funcionario de la Casa Blanca reconoció, sin embargo, que anunciar planes para desarticular al grupo de trabajo había enviado el mensaje equivocado y desató una tormenta en los medios de comunicación.