El invierno de 2019 en América del Norte ya está entrando en la historia climática de esta parte del planeta.
Esta semana, los termómetros de Estados Unidos y Canadá están marcando temperaturas de hasta -37 ºC en algunas ciudades, el mayor frío registrado en una generación.
En Chicago, estado de Illinois, los termómetros cayeron a -30 °C el miércoles, con una sensación térmica de -45 ºC.
El estado de Dakota del Norte soportó -37°C y una sensación térmica de -54°C el miércoles en la mañana.
Al menos cinco personas han muerto por causas relacionadas con el frío extremo en EE.UU., según medios de ese país.
El fenómeno responsable de esta semana gélida que afecta el Medio Oeste y el noreste de EE.UU. y parte de Canadá es el vórtice polar.
Fenómeno permanente
Los fenómenos climáticos conocidos como vórtices polares están presentes todo el tiempo en los dos polos de la Tierra.
De hecho, no son nada nuevo.
El término apareció por primera vez en 1853 en la revista estadounidense Living Age, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en ingles) de EE.UU.
El nombre se refiere a masas de aire frío y de bajas presiones que se ubican en tropósfera (capa de la atmósfera hasta los 12 km de altura) y la estratósfera (entre 12 y 50 km de altura), y que giran a diferentes velocidades en sentido contrario a las agujas del reloj sobre el Polo Norte y el Polo Sur.
Gracias a ellas, el aire frío y denso se mantiene sobre los polos.
Los vórtices se hacen más fuertes y amplios en los inviernos y se debilitan durante los veranos.
Múltiples factores climáticos hacen que ese aire frío «encerrado» por el vórtice polar se libere repentinamente, y descienda hasta las capas inferiores de la atmósfera, provocando los estragos que padecen ahora los habitantes de América del Norte.
Uno de estos factores es la intrusión de masas de aire más cálidas que pueden inestabilizar el vórtice y enviar aire ártico hacia el sur, explica la NASA.
¿Qué pasó este año?
Los meteorólogos atribuyen el vórtice polar de 2019 a un calentamiento repentino sobre el Polo Norte, causado por una ráfaga de aire caliente originada en Marruecos en diciembre.
Este sistema meteorológico dividió el vórtice polar y lo desvió hacia el sur, dijo a la agencia de noticias AP Judah Cohen, experto en tormentas de invierno de la organización Investigación Ambiental Atmosférica.
La consecuencia de esto ha sido que Wisconsin, Michigan e Illinois, en el Medio Oeste de EE.UU., han debido declarar el estado de emergencia.
Otros estados que no están tan acostumbrados a las temperaturas frías, como Mississippi y Alabama, en el sur de EE.UU., también están enfrentando condiciones difíciles.
Además, miles de vuelos se han cancelado y cientos de escuelas han cerrado.