El fenómeno de La Niña, que ocurre en promedio entre dos y siete años, se genera debido a un enfriamiento del agua superficial en el Oceano Pacífico en las costas de Suramérica.
GINEBRA, SUIZA – La Organización Meteorológica Mundial (OMM) predice que el fenómeno de La Niña continuará hasta enero y se anticipa que se haga acompañar de condiciones más secas o más húmedas de lo normal en distintas partes del mundo.
El reciente pronóstico estacional indica que el evento La Niña ocasionará condiciones más secas de lo normal en buena parte del este de África y conducirá a más lluvias en el sur de ese continente. Asia Central se espera tenga menos lluvias de lo normal más temprano de lo acostumbrado.
La OMM reporta que algunas de las islas del Pacífico y la región norte de América del Sur se verán significativas anomalías en las precipitaciones asociadas con La Niña, que es producido por un enfriamiento de la superficie del océano a lo largo de la costa del Pacífico en Suramérica y que ocurre en promedio entre cada dos y siete años.
Algunos países y regiones son particularmente vulnerables a los cambios en los patrones del clima.
El experto humanitario de la OMM, Gavin Iley, dijo a la Voz de América que el Gran Cuerno de África era una zona de especial preocupación.
“Como sabemos, ya es afectada por problemas, como infestación de langostas”, dijo Iley. “Y generalmente los modelos están sugiriendo lluvias por debajo de lo normal para una buena parte del Gran Cuerno de África. Así que, obviamente eso podría tener un número de impactos (…) en áreas como Somalia (…) Así que siempre necesitamos mantener un ojo en los más recientes pronósticos”.
La OMM dice que los gobiernos pueden usar los pronósticos climatológicos para planificar formas de reducir los impactos adversos en sectores sensibles al clima como la agricultura, salud, recursos de agua y administración de desastres.
El subdirector de Servicios Climáticos de la OMM, Maxx Dilley, dice que los gobiernos pueden usar los pronósticos sobre La Niña para adaptar sus estrategias ante los cambiantes patrones climatológicos.
“Puede imaginarse que en el sector agrícola habrá algunos cultivos que les irá bien bajo condiciones húmedas y otros estarán mejor en condiciones áridas”, dijo Dilley. “Y hay prácticas de administración agrícola que pueden ser ajustadas para tomar en cuenta si se anticipa clima seco o húmedo”.
Dilley dijo que la OMM está tratando cada vez más de ajustar sus pronósticos a preocupaciones específicas, como la seguridad alimentaria o la salud humana. Por ejemplo, explicó, las condiciones húmedas por sí solas no generan brotes de dengue o malaria. Dijo que la temperatura, la humedad y la vegetación crean las condiciones donde los mosquitos pueden reproducirse.
Así que, en lugar de solo ofrecer un pronóstico de lluvias, -comentó-, los meteorólogos ofrecerán un pronóstico que esté correlacionado con estas enfermedades y pueda ser usado para el control del dengue o la malaria.