«Mi hermana dice que sintió el grillete cuando le pusieron la anestesia y que vio cómo se lo sacaron después de la cesárea, mucho rato después»
Él es hermano de la mujer del grupo étnico mapuche que denuncia en Chile haber dado a luz a su hija engrillada y con la presencia de un gendarme masculinoen la sala de parto.
El procedimiento comenzó el 13 de octubre, cuando Lorenza Cayuhán cumplió 7 meses de embarazo detenida en la cárcel de Arauco, al sur de Chile.
Ahí es el epicentro de las demandas por la restitución de tierras mapuche que hoy están en manos de empresas forestales o descendientes de colonos que las adquirieron a partir del siglo XIX.
Sus familiares la habían visitado ese mismo día en el recinto donde cumple condena por el delito de robo con intimidación cometido contra la camioneta de una empresa forestal que opera en la zona.
La joven de 29 años, que forma parte de la comunidad Mawidanche de Alto Antiquina, fue detenida junto a otros familiares en diciembre de 2015.
«La habíamos notado muy hinchada, tenía muy hinchados los párpados, la cara, las manos, las piernas. Pensamos que era normal, porque ella tuvo un primer embarazo donde también estaba hinchada. Pero se veía mal en la cárcel», dice Cayuhán sobre ese día del parto.
Esa misma tarde, la mujer fue trasladada por la Gendarmería de Chile desde la cárcel de Arauco hasta la ciudad de Concepción.
Debido a que presentaba serios problemas con su presión, los médicos decidieron practicar una cesárea el viernes.
Versiones que difieren
En la versión que la Gendarmería de Chile le entregó en forma escrita a BBC Mundo se asegura que «ningún elemento de seguridad —dígase grilleta o esposa— permanecía adosado a los tobillos de la interna, luego que éstos fueran retirados».
«Según consta en las declaraciones del personal de servicio, las grilletas quedaron puestas en la baranda de la camilla, no estando en contacto con las extremidades interiores de la interna», se lee en el comunicado.
Sin embargo, Lorenza Cayuhán asegura lo contrario y su voz se hizo oír en los medios de comunicación a través de una grabación difundida por el senador de su zona, Alejandro Navarro.
«De la cárcel me sacaron solo con esposas, cuando me subieron a la ambulancia, me pusieron un grillete en los pies. Estuve con grilletes hasta el día del parto en la tarde, cuando mi hija ya había nacido», se escucha en el registro.
Carolina Chang, directora regional del Instituto de Derechos Humanos chileno, respalda la versión de la interna: «Lorenza dice que el grillete no se podría haber amarrado a la camilla, y que se lo amarraron entre los tobillos»
La denuncia de la detenida es respaldada por el Colegio Médico, que entrevistó a Lorenza bajo las guías del Protocolo de Estambul para la evaluación de personas que se presuman víctimas de tortura o maltrato.
«Se establece allí que las declaraciones de Lorenza tienen veracidad», sostiene Chang.
Pero la familia no solo denuncia el uso de grilletes durante la cesárea, cuando no existía posibilidad alguna de fuga para la detenida. También afirman que un gendarme masculino entró a la sala de parto durante la intervención.
«Mi mamá dice le habían dado anestesia a la Lorenza. Y a las 4 de la tarde la doctora dijo ya, nos vamos al pabellón porque está lista la paciente. Y el gendarme entró, porque estaba allí», dice el hermano de Lorenza.
«La madre llega al momento del parto, estaba al interior y dice que está con el gendarme», afirma la abogada Chang.
«La clínica incluso le pasó ropa quirúrgica. Y el mismo funcionario le dijo después a la familia que se sentía ‘el tío’ por haber estado al interior del parto.
«Cuando vimos que la bebé estaba bien, fuimos a ver a Lorenza, y el gendarme nos dijo que podíamos pasar. Nosotros ignorando que con todo esto se le estaba violando el derecho a la privacidad, pensamos ‘claro, bacán (está bien), el gendarme paleteado nos dejó pasar’. La vimos y nos fuimos tranquilos», dice el hermano.
Investigación en curso
Aunque la gendarmería chilena insiste en su versión original y aseguró inicialmente que «la custodia directa de la interna estuvo a cargo de personal femenino», hoy lleva adelante una investigación que establecerá las responsabilidades y sanciones del caso.
La institución declinó responder a BBC Mundo sobre el tema.
«Ningún gendarme podría haber estado en la sala, ni hombre ni mujer sin preguntarle a ella. El parto es un momento íntimo, en ningún caso corresponde la presencia de un agente del estado», dice Chang.
La abogada del Instituto Nacional de Derechos Humanos establece que a Lorenza Cayuhán, como a todas las personas detenidas, las asisten, entre otras, las Reglas Nelson Mandela que establecen las normas mínimas para el tratamiento de reclusos aprobadas por Naciones Unidas.
Lorenza Cayuhán llamó Sayen a su hija que cumple poco más de una semana de vida.
Gracias a un recurso de amparo, la madre pudo permanecer con la niña tras el nacimiento.
fuente:bbcmundo