La Knesset votó este lunes a favor de un proyecto de ley que legalizaría los asentamientos no autorizados de Cisjordania, pero no Amona, que debe ser desalojado hasta el 25 de diciembre.
La ley fue aprobada en una lectura preliminar con 60 votos a favor y 49 en contra. La legislación, que legalizaría la presencia de israelíes en tierras privadas palestinas, debe pasar otras tres lecturas y puede ser modificada conforme se debate en el Comité Magisterial de Legislación.
El diputado Benny Begin (Likud) fue el único miembro de la coalición gobernante en oponerse a la iniciativa.
El proyecto de ley prevé que el Estado otorgaría a los colonos derechos de uso a tierras privadas palestinas, pero no derechos de propiedad y se aplica sólo a los asentamientos que el gobierno ayudó a establecer. Los palestinos que puedan probar la propiedad de la tierra recibirían una indemnización.
La legislación ha sido criticada incluso dentro de la coalición del primer ministro Benjamín Netanyahu. El ministro de Defensa, Avigdor Lieberman sugirió aplazar la votación del lunes, mientras que Begin, el hijo del ex primer ministro Menachem Begin, ha dicho que la legislación viola el derecho internacional.
Por su parte, el diputado Bezalel Smotrich (Habayit Hayehudi), un residente de un asentamiento en Cisjordania, dijo que con el proyecto de ley, “el terror legal de las organizaciones de izquierda contra los asentamientos ha llegado a su fin” y añadió que una espada había sido levantada de las casas de los colonos, y que el proyecto de ley crearía una nueva realidad en Cisjordania. El voto, dijo, era una afirmación de que los colonos son héroes a quienes el Estado debe acomodar usando la ley.
El líder de la oposición Isaac Herzog (Unión Sionista) señaló que la legislación no representaba al sionismo, sino más bien el “suicidio nacional” que llevaría a un Estado binacional. “Esta ley es un día negro para la Knesset,” apuntó.
El enviado de paz de la ONU en la región, Nickolay Mladenov, dijo en respuesta que “algunos consideran que el proyecto de ley es un paso hacia la anexión de Cisjordania que podría tener importantes consecuencias legales para Israel y la zona de Cisjordania, disminuyendo en gran medida la perspectiva de una paz árabe-israelí.”
“La solución permitirá a los residentes permanecer en la colina como una comunidad … [pero] ‘más allá de Amona hay más Amonas’. La posibilidad de que se repitan estos incidentes realmente nos preocupa,” dijo Netanyahu en una reunión de funcionarios del Likud.
“Estamos buscando soluciones legales …. Este es un período políticamente sensible, y pido a los miembros de la coalición que actúen con moderación y demuestren responsabilidad nacional.”
Un intento de legalizar Amona estaría en contradicción con la decisión de la Corte Suprema, algo que el Fiscal General Avichai Mendelblit ha dicho que no sería capaz de defender.
Mientras tanto, los palestinos presentaron cuatro demandas afirmando la propiedad de la tierra donde Israel quiere trasladar temporalmente a los residentes de Amona. Según las afirmaciones, la reubicación del asentamiento viola el derecho internacional.
En una reunión con los jefes de los partidos de la coalición, Netanyahu intentó obtener la aprobación para solicitar a la Corte Suprema un aplazamiento de 30 días para la evacuación de Amona. Esto daría tiempo para preparar viviendas alternativas en territorio cercano al asentamiento que el gobierno considera tierras abandonadas por palestinos.
El mismo día, Mendelblit dio su apoyo para trasladar a los residentes de Amona a tierras cercanas. Según el plan, las 40 familias recibirán un permiso temporal para vivir en las parcelas. Los habitantes podrán renovar los permisos cada tres años, siempre y cuando nadie reclame la propiedad.
Fuente: Haaretz