La historia que rodea la “Menorá” judía llegan a Roma

La historia milenaria y el misterio que rodea la “Menorá”, uno de los símbolos más antiguos del judaísmo, se exhibirán en Roma con unos 100 objetos de museos de todo el mundo en una muestra en la que colaboran el Vaticano y la Comunidad Judía de Roma.

La exposición “Menorá. Culto, historia, mito” se podrá ver desde el 15 de mayo hasta el 23 de julio tanto en el Museo Hebreo de Roma como en los Museos Vaticanos, y hoy fue presentada en rueda de prensa en la capital italiana.

“Es un evento histórico que se realiza después de un trabajo intenso en el que nuestro Museo Hebreo y los Museos Vaticanos colaboran por primera vez en un proyecto tan importante como este”, afirmó la presidenta de la comunidad judía de Roma, Ruth Dureghello.

Han sido necesarios tres años y medio de trabajo para poder desarrollar este extraordinario proyecto que traslada hasta Roma piezas de incalculable valor de museos de distintas partes del mundo con el objetivo de difundir los orígenes de la “menorá”, símbolo por excelencia del judaísmo y del Estado de Israel.

La “Menorá” fue el candelabro de siete brazos realizado en oro macizo y cuyo diseño fue revelado por Dios a Moisés, tal y como cuenta el libro del Éxodo, para ser colocado en el Primer Templo de Jerusalén, que quedó destruido bajo las órdenes del rey de Babilonia Nabucodonosor II en el año 586 a.C.

La importancia de esta lámpara de aceite es tal que se considera símbolo nacional hebreo.

“La ‘menorá’ representa la luz de Dios que se extiende hacia la Humanidad a través de la llama que brilla y que es encendida por los sacerdotes”, ilustró el rabino Riccardo Di Segni.

El pasado de la “menorá” está estrechamente ligado a Roma, pues fue trasladada desde Jerusalén hasta la ciudad eterna y también Roma fue el último lugar del que se tiene conocimiento de la existencia de este candelabro sagrado.

En el año 70 d.C. las tropas del emperador Tito sitiaron y conquistaron la ciudad de Jerusalén, y saquearon el Segundo Templo de la ciudad.

En el asalto, robaron diversos objetos de valor del templo que después fueron trasladados hasta Roma, entre ellos la “menorá” de oro macizo.

De hecho, aquel episodio, que todavía es lamentado por los judíos durante su conmemoración anual Tisha Be’Av, quedó inmortalizado en un relieve esculpido en el Arco de Tito, construido poco después de la muerte del emperador.

Arco de Tito en Roma Foto: Dnalor 01Wikipedia CC BY-SA 3.0 at
Arco de Tito en Roma Foto: Dnalor 01Wikipedia CC BY-SA 3.0 at

Este relieve representa a los soldados romanos llevándose la “Menorá” y aún hoy se puede admirar durante el recorrido por los Foros Imperiales de la capital italiana.

La pista de aquella “Menorá” se perdió en Roma en el siglo V, concretamente en el año 455, cuando la ciudad eterna sufrió el ataque de los vándalos dirigidos por Genserico.

Se cree que esta lámpara de aceite pudo ser trasladada hasta Cartago, pero no se sabe con seguridad.

Tanto es así, que desde entonces, numerosas han sido las leyendas que han tratado de explicar el destino que sufrió ese tesoro: algunas han apuntado a que se mantiene oculto en el Vaticano, mientras que otras sugieren que desapareció bajo las aguas del río Tíber durante el asalto y otras aseguran que fue llevada de vuelta a Jerusalén.

Sea como fuere, la realidad es que estas leyendas han contribuido a incrementar el misterio que envuelve este objeto sagrado de oro macizo.

Reconstruccion de la Menorá del Templo Foto: Ariely Temple Institute Jerusalén
Reconstruccion de la Menorá del Templo Foto: Ariely Temple Institute Jerusalén

La muestra está supervisadd y dirigida por el delegado de los Departamentos Científicos y los Laboratorios de Restauración de los Museos Vaticanos, Arnold Nesselrath, la directora del Museo Hebreo de Roma, Alessandra Di Castro, y el profesor italiano Francesco Leone.

“Es un proyecto riquísimo en cuanto a número de obras, algunas de ellas poco conocidas”, en palabras de Di Castro.

La exposición reunirá en Roma joyas custodiadas habitualmente en museos como el Louvre de París, la National Gallery de Londres, el Israel Museum y la National Library of Israel de Jerusalén, el Kunsthistorisches Museum y el Albertina de Viena o el Kupferstichkabinett de Berlín.

También del Museo Judío de Nueva York, del Museo Arqueológico de Nápoles o de los museos hebreos de Padua, Florencia y Nápoles, entre otros.

En total, cerca de 130 obras que se verán tanto en el Museo Hebreo de la capital italiana como en el brazo de Carlomagno de los Museos Vaticanos y que realizarán un recorrido por la historia y el mito de este objeto, explicó la directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta.

La iniciativa tiene también otro propósito: reivindicar que es posible el diálogo y la convivencia fraternal entre religiones, apuntó el cardenal italiano Giuseppe Bertello. EFE Y Aurora

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