La fiscalía sueca reabre el caso de violación contra Julian Assange

La fiscalía sueca reabrirá el caso de violación contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, un mes después de que las fuerzas de seguridad británicas le sacaran de la embajada ecuatoriana en Londres.

Su abogado sueco, Per E Samuelson, dijo a la televisión sueca que Assange quiere ayudar en esa investigación, pero que solo teme ser extraditado a Estados Unidos. El abogado calificó de «vergüenza» la reapertura del caso.

«Aún hay una causa probable para sospechar que Assange cometió una violación», dijo en una rueda de prensa en Estocolmo la subdirectora de la fiscalía pública sueca, Eva-Marie Persson. «Mi opinión es que se requiere un nuevo interrogatorio a Assange».

La fiscalía sueca presentó cargos preliminares contra Assange después de su paso por el país en 2010.

En 2017 se archivó otro caso de supuesto abuso sexual porque había prescrito. Eso dejaba pendiente una acusación de violación, que no pudo procesarse mientras Assange vivió en la embajada. Ese caso prescribe en agosto de 2020.

Assange fue denunciado por dos mujeres suecas que dijeron haber sido víctimas de delitos sexuales cometidos por él. Pero el fundador de WikiLeaks ha negado las acusaciones, afirmando que tenían motivaciones políticas y que las relaciones sexuales fueron consentidas.

El australiano de 47 años conoció a las mujeres debido a una conferencia en agosto de 2010 en Estocolmo. Una de ellas participó en la organización de un acto del Partido Socialdemócrata sueco, una formación de centroizquierda, y se ofreció a alojar a Assange en su departamento.

Un agente de policía que tomó declaración a las mujeres consideró entonces que había motivos para sospechar que eran víctimas de delitos sexuales y derivó el caso a un fiscal.

Ninguna de las supuestas víctimas ha sido identificada de forma pública.

Assange fue de Suecia a Gran Bretaña en septiembre de 2010. En noviembre de ese año, un tribunal sueco aprobó una solicitud de detención de Assange para interrogarlo.

Estuvo refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde junio de 2012 para evitar ser extraditado a Suecia.

Pero su destino cambió el 11 de abril, cuando fue detenido por la policía británica después que el gobierno ecuatoriano le retiró el asilo político, alegando que interfirió en asuntos internos del país y otras acusaciones.

Ahora está en la prisión londinense de Belmarsh cumpliendo una pena de 50 semanas por saltarse los términos de su fianza en 2012. Estados Unidos ha pedido su extradición por acusaciones de que pirateó una computadora del Pentágono.

(Con información de Reuters y AP)

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