La Radio Internacional de China se hace eco del increíble caso de una familia china que por amor a Israel cría a sus hijos en hebreo
Itzik, el presentador, es un chino de Beijing que ha aprendido hebreo durante años por amor a Israel. Tiene perfecto dominio de la lengua, que comenzó a aprender en 2005.
Itzik creía que era la persona que más amaba a Israel en su país pero resultó que en China hay gente que ama a Israel “incluso más que yo”, dice.
Se refiere al matrimonio compuesto por Jasmine y Timmy, chinos cristianos que como él hablan hebreo con fluidez. Lo que convierte a esta pareja en especiales es que tienen una niña de 4 años, llamada Noni que ¡habla hebreo como su lengua materna!
Por amor a Israel, este matrimonio crió a sus hijos en hebreo y solo hablan hebreo en casa. Jasmine decidió hablar con su hija Noni solo hebreo desde su nacimiento.
Noni, de 4 años, se presenta y en perfecto hebreo dice que hay mucha gente encerrada en sus casas por el confinamiento y que espera que pronto ya no sea necesario el encierro.
Para Itzik, Jasmine y Timmy son la versión china de Eliezer Ben Yehuda, el lituano-judío artífice del renacimiento y la reimplantación de la lengua hebrea como lengua hablada y escrita en los tiempos modernos. La comparación viene a raíz de la voluntad férrea de Ben Yehuda de criar a su hijo hablando hebreo exclusivamente.
Sin más, Itzik nos presenta a esta encantadora familia.
Jazmine y Timmy organizan, además, campamentos de verano en los que inculcan a los niños el amor por Israel, y los introducen en el conocimiento de la lengua hebrea. En el video se ve a los niños cantar el himno de Israel Hatikva mientras agitan banderas israelíes coincidiendo con el Día de la Independencia de Israel.
Además, también abren su hogar en Chengdu para albergar a mochileros israelíes que están de paso, lo vienen haciendo desde 2014. Entre los israelíes su hogar es conocido como “Casa de la Paz”.
¡Por amor a los israelíes, acogieron en su hogar a alrededor de 1,000 israelíes que estaban de paso! ¡Gente realmente increíble! ¡Aunque no entiendas hebreo, las imágenes hablan por sí mismas! ¡Kol Hakavod!