La estrella del pop Madonna explicó este martes que su decisión de participar en el festival musical de Eurovisión que se celebra en Israel durante esta semana se basa en que ella siempre defendió los derechos humanos y aspira a ver “un nuevo camino hacia la paz”.
La cantante hará su esperada aparición en el escenario el próximo sábado durante la final del evento, que se celebrará en Tel Aviv. El evento, que incluirá participantes de 40 países y será seguido por decenas de millones de personas en todo el mundo, ha recibido llamadas al boicot por parte de activistas pro-palestinos.
“No dejaré de todar música para encajar con la agenda política personal de alguien ni dejaré de condenar las violaciones de derechos humanos donde sea que ocurran”, dijo Madonna a la agencia Reuters.
“Mi corazón se rompe cada vez que escucho que vidas de inocentes se pierden en esta región y que la violencia se perpetua a menudo para cumplir fines políticos de gente que se beneficia por este antiguo conflicto.
En la presente edición, Israel es el país anfitrión, ya que en 2018 Netta Barzilai ganó el certamen con su popular canción “Toy”. Madonna ya actuó en Israel en 2009 y 2012, y es una apasionada del mundo místico de la Kabbalah, vinculado al judaísmo.
Madonna tiene una fundación llamada “Rayo de Luz”, que promueve la justicia social y el empoderamiento femenino, donde apoya varios proyectos de ayuda a los palestinos. Aurora