La economía israelí creció en un 3.3 por ciento en este año 2019, de acuerdo a datos publicados este martes por la Oficina Central de Estadísticas de Israel.
Este porcentaje representa su ritmo más lento desde el año 2015. En el año 2017 se registró un crecimiento del 3.6 por ciento y el año pasado uno del 3.4 por ciento.
Parte de ello se debió a que hubo casi un crecimiento cero de las inversiones en activos fijos y se debilitaron las exportaciones.
A pesar de ello, de acuerdo a la agencia Reuters, es el más alto registrado en los países occidentales y casi el doble del promedio de 1.7 por ciento de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Además, fue superior al pronóstico que el Banco de Israel había estimado durante el pasado mes de octubre, al que tasó en un 3.1 por ciento.
La economía de Israel produjo una cifra récord de 1.4 trillones de nuevos shequels (alrededor de 405 mil millones de dólares).
A nivel per cápita, la economía creció un 1.3 por ciento como resultado del incremento en un 2 por ciento de la población del país a una cifra superior a los 9 millones de habitantes, en comparación con el 1.1. por ciento del promedio de los países de la OCDE.
Se espera que el crecimiento económico de Israel en el año 2020 sea alrededor también de un 3 por ciento, aunque desde el Banco de Israel mantienen precauciones debido a la actual situación política israelí.
Con elecciones normales programadas para noviembre de 2019, esto se fue abajo luego de que en diciembre de 2018 la Knéset fue disuelta por el gobierno de Benjamín Netanyahu y se convocaron a elecciones anticipadas.
Luego de las elecciones convocadas para el 9 de abril de este año, un gobierno no pudo formarse, lo que mandó a nuevas elecciones el 17 de septiembre que repitieron el fracaso y terminaron por enviar a Israel a nuevos comicios para el 2 de marzo de 2020, con una incertidumbre política en ciernes.