La directora ejecutiva interina del USAGM, Kelu Chao, anunció la nominación el viernes por la tarde.
«Si se confirma, estaré muy orgullosa de trabajar con todos los dedicados periodistas de USAGM que están haciendo un trabajo crucial y difícil en todo el mundo para defender y demostrar el valor de una prensa libre», apuntó.
La actual directora ejecutiva interina de USAGM, Kelu Chao, anunció la nominación el viernes por la tarde en un correo electrónico a todo el personal de la agencia, a la que pertenecen la Voz de América, la Oficina de Radiodifusión de Cuba (OCB), Radio Europa Libre, entre otros medios de Asia y Oriente Medio.
«¡Esperamos su confirmación del Congreso y su llegada a la agencia!» dijo Chao.
La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de la Voz de América sobre el nombramiento de Bennet.
Amanda Bennett, de 69 años, se fue directora de la VOA entre marzo de 2016 y junio de 2020. Renunció después de que el Senado confirmara a Michael Pack, el último director ejecutivo permanente de USAGM, elegido por el expresidente Donald Trump para dirigir la agencia.
Renuncia
En su carta de renuncia, Bennett expresó su esperanza de que Pack cumpliera su promesa de respetar la independencia editorial de los periodistas de USAGM que está consagrada en la Ley de Radiodifusión Internacional de Estados Unidos de 1994. El llamado cortafuegos prohíbe a los funcionarios del gobierno de EE. UU. interferir en la información independiente y objetiva de las noticias, que es una piedra angular del trabajo internacional de la agencia.
«Michael Pack juró ante el Congreso respetar y honrar el cortafuegos que garantiza la independencia de la VOA, que a su vez juega el papel más importante en la asombrosa confianza que nuestras audiencias de todo el mundo tienen en nosotros», escribió.
Cuando renunció, junto con su adjunta, Sandy Sugawara, explicó que «como director ejecutivo confirmado por el Senado, tiene derecho a reemplazarnos con su propio liderazgo de VOA«.
Antes de llegar a la VOA, Bennett estuvo en la gerencia de Bloomberg News, The Philadelphia Inquirer , Lexington, Kentucky, Herald-Leader y The Oregonian, en la ciudad de Portland. También fue reportera y escritora en The Wall Street Journal y The Washington Post.
Ganó el Premio Pulitzer de 1997 por su cobertura sobre la pandemia del SIDA, que incluía los aspectos médicos, sociales y comerciales de la enfermedad.
En 2001, dirigió un equipo del Oregonian a un Pulitzer por su trabajo periodístico sobre «los problemas sistemáticos dentro del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos».