Israel entregó a las autoridades palestinas los cuerpos de siete terroristas de Cisjordania (Judea y Samaria) que fueron abatidos al perpetrar ataques en los que fueron asesinados israelíes.
La decisión fue tomada luego que los familiares de diez terroristas pidieran a la Corte Suprema de Justicia el regreso de los cadáveres. Tras difundirse el pedido, el Gobierno informó a la Corte Suprema que retornaría los cuerpos de siete terroristas, tras discusiones en el seno del Gabinete.
El Estado aceptó bajo la condición de que los funerales no se conviertan en eventos de protesta e incitación al terror.
Sobre los tres cadáveres restantes, el Gobierno indicó que precisa más deliberación, porque éstos últimos estaban afiliados al grupo terrorista islámico Hamás. Sus nombres no fueron difundidos, pero dos de ellos han sido identificados como Mohammad Faqih, que llevó a cabo el ataque con disparos en la ruta 60 en el cual fue asesinado el rabino Miki Mark, y Masbah Abu Sabih, quien perpetró un ataque en la Colina de la Munición (Givat Hatajmoshet) en Jerusalén, en el cual fueron asesinados Levana Malihi y el oficial de la policía Yossi Karmia. Otra discusión se llevará a cabo sobre el regreso del cadáver de Mohammed Taraireh, quien asesinó a Hallel Yaffa Ariel, cuando dormía en su cama en Kiriat Arba.
Bajo el mandato del ex ministro de Defensa, Moshé Yaalón, el Ejército de Defensa de Israel, había comenzado a regresar los cuerpos. Su sucesor, Avigdor Liberman opone, argumentando que los funerales se convierten en procesiones donde se alienta a nuevos ataques y se reclama venganza.
fuente.Aurora