Israel inhuma los restos de los soldados asesinados en Jerusalén

Israel enterró en conmovedoras ceremonias a los cuatro jóvenes soldados asesinados en un ataque palestino con camión en Jerusalén, mientras el Gobierno anunciaba nuevas medidas punitivas y cercaba el barrio del terrorista islámico.

Los féretros de Shir Hajaj, de 22 años, y de Erez Orbach, Shira Tzur y Yael Yakutiel, todos de 20, cubiertos por una bandera israelí, recibieron sepultura en distintos cementerios del país.

Cientos de personas, entre familiares, colegas uniformados del Ejército y representantes políticos y religiosos, atendieron cada uno de los sepelios, en los que se colocaron coronas de flores y se escucharon frases de duelo.

“¿Por qué nos merecemos esto?”, se preguntaba la madre de Hajaj en el entierro de su hija en el cementerio militar del Monte Herzl, a las afueras de Jerusalén, que congregó a cientos de personas.

El terrorista, Fadi Ahmad Hamdan al Qanbar, de 28 años padre de cuatro hijos, arrolló con un camión a un grupo de soldados cerca del barrio judío de Armón Hanatziv, en Jerusalén oriental.

El atacante murió abatido por los disparos de varios soldados cuando dio marcha atrás al vehículo pesado e intentó embestir al grupo de jóvenes por segunda vez.

Desde entonces se han llevado a cabo redadas policiales en el barrio de Jabal Mukabar, adyacente al lugar del suceso y donde residía Al Qanbar, y las fuerzas de seguridad han colocado grandes bloques de cemento en las entradas como medida punitiva y preventiva.

El primer ministro, Biniamín Netanyahu, declaró que Israel “se enfrenta a una nueva forma de ataque, que requiere actuar”, y anunció la ampliación de este tipo de barreras físicas en las entradas de barrios, localidades palestinas, en carreteras y paradas de autobús y tranvía en Jerusalén oriental y Cisjordania.

La medida seguirá a otras de corte punitivo anunciadas por el Gabinete de Seguridad, reunido de emergencia, como no devolver el cadáver del terrorista a los familiares o derribar su casa, que se aplican de forma habitual contra los implicados en la ola de violencia palestina que comenzó en octubre de 2015.

Este órgano gubernamental también decidió rechazar los permisos de reunificación familiar solicitados por familiares de Al Qanbar para varios residentes en Cisjordania y aplicar la figura de la detención administrativa -que permite arrestar a sospechosos sin pruebas ni juicio- para los posibles simpatizantes del Estado Islámico (EI).

Estas medidas se tomaron después de que Netanyahu asegurase que el ataque estaba inspirado en el Estado Islámico, aunque ningún grupo ha reivindicado su autoría y la familia del autor niega que este perteneciese a ningún grupo.

El jefe del Gobierno visitó a cinco de los 17 soldados heridos en el ataque, que permanecen en centros hospitalarios y dos de los cuales están en estado grave.

Mientras, continuaron las operaciones policiales de búsqueda de posibles sospechosos o implicados adicionales.

“Patrullas especiales de la Policía entraron en Jabal Mukaber para evitar que se estableciera un área de duelo sobre la azotea de una casa”, explicó el portavoz policial Micky Rosenfeld.

Por el momento, nueve personas han sido detenidas en el marco de la operación en torno al suceso, cinco de ellas familiares del terrorista.

Además, la policía impidió que los vecinos de Jabal Mukaber levantaran la tradicional tienda de luto para recibir el pésame de amigos y familiares para honrar al terrorista muerto. EFE y Aurora

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