Hoy se dará a conocer el plan anual de trabajo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel e incluye la restauración de las relaciones diplomáticas con cuatro países latinoamericanos: Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia.
Israel busca renovar los lazos diplomáticos con cuatro países latinoamericanos: Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia. Así lo indica el plan de trabajo anual del Ministerio de Relaciones Exteriores que se dará a conocer hoy. Uno de los objetivos de la Cancillería en los próximos dos años, de acuerdo con el plan, es “reanudar las relaciones diplomáticas con cuatro países que rompieron relaciones con Israel”, como parte de un intento de ampliar los vínculos con países de América del Sur y el Caribe.
Según fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores citadas por el sitio israelí Walla News, se considera que los cuatro países tienen una línea “hostil y pro-palestina”. Las relaciones con Cuba se rompieron en 1973, en el contexto de la Guerra de Yom Kipur, pero después de la reanudación de las relaciones entre La Habana y Washington en 2014 hubo estimaciones de que esto podría conducir a una medida similar con Jerusalem. Las relaciones con Bolivia y Venezuela se rompieron en 2009 después de la operación “Plomo Fundido”, y con Nicaragua en 2010.
El plan de trabajo del Ministerio de Relaciones Exteriores, publicado como parte de la planificación del trabajo del gobierno para los próximos dos años, incluye todas las metas y objetivos de la Cancillería en la arena internacional, en el marco de los recientes cambios a nivel mundial y la dinámica de Oriente Medio.
En primera línea de objetivos se encuentra la conservación y refuerzo de la cooperación estratégica con Estados Unidos y la conformación de un orden del día común con el gobierno y la legislatura norteamericana. Al mismo tiempo, el ministerio destaca que también tiene como objetivo continuar el diálogo con Rusia sobre su política en Oriente Medio.
Irán sigue siendo un objetivo estratégico de primer nivel para Israel, en la sección titulada “Promoción de aspectos de la seguridad nacional”.
El Ministerio de Exteriores hace hincapié en la necesidad de controlar el cumplimiento del acuerdo nuclear de Teherán con las seis potencias mundiales, poniendo de relieve su participación en acciones desestabilizadoras en la región. Además, en esta sección se puede observar que no se va a modificar la política de líneas rojas respecto de Siria, y la presión internacional en relación con Hezbolá y Hamás.
En la agenda también está “promover la estabilidad de Oriente Medio y profundizar la cooperación regional, especialmente con Egipto y Jordania y el diálogo con los factores moderados de la región”.
Fuente: AJN