Israel tendrá su tercera cita electoral consecutiva en menos de un año, estancado en un bloqueo político y con un primer ministro en funciones acusado de corrupción.
Con la finalización la medianoche de este miércoles del plazo que ha tenido el Parlamento (Knéset) para elegir sin éxito a un candidato a formar Gobierno, la Cámara queda disuelta y la convocatoria de elecciones es automática y deberán celebrarse en un plazo de 90 días (10 de marzo).
Los diputados siguen debatiendo, pasada ya la medianoche, una ley -pactada entre Likud y Azul y Blanco (Kajol Laván) y aprobada en primer lectura- para fijar el próximo 2 de marzo como fecha electoral y evitar que la jornada coincida con festividades judías. Está prevista que la votación final se lleven a cabo durante la madrugada.
Tras los comicios de septiembre, Benjamín Netanyahu fue el primero en fracasar en formar Gobierno seguido de su rival centrista, Benny Gantz, y la Knéset ha tenido un último intento para designar un candidato a primer ministro y evitar así la repetición electoral.
Netanyahu y Gantz se han vuelto hoy a acusar mutuamente del bloqueo político que vive el país desde las elecciones de abril, con una Cámara sin mayoría de bloques, composición que se volvió a repetir tras los comicios de septiembre.
En esta ocasión, además, se suma la situación legal del primer ministro, que el pasado noviembre fue acusado por el fiscal general del Estado de cohecho, fraude y abuso de confianza.
Algunos medios publicaron que Netanyahu estaría dispuesto a no solicitar la inmunidad para llegar a un acuerdo de formación de gobierno en el último minuto entre su partido Likud y la formación Azul y Blanco de Gantz.
Pero este se opone a que Netanyahu asuma el primer término de la jefatura de un Ejecutivo de unidad estando acusado.
«Intentaron hacer todo lo posible para formar un gobierno minoritario con los partidarios del terrorismo Ayman Odeh y Ahmed Tibi (de la Lista Unida, que busca representar a la población árabe) y también fracasaron», reprochó Netanyahu al líder de Azul y Blanco.
«Solo hay una cosa que hacer y es ganar y ganar a lo grande, y eso es lo que haremos», dijo Netanyahu sobre la próxima cita electoral.
Los últimos sondeos arrojan resultados similares a los comicios de septiembre con una ventaja mayor en número de diputados para Azul y Blanco (37) por encima del Likud (32).
El Likud aprobó hoy celebrar primarias para el próximo 26 de diciembre, lo que podría retar el liderazgo de Netanyahu e impedir que vuelva a ser cabeza de lista en las próximas elecciones.
Además, está por despejarse la duda legal de si Netanyahu puede recibir el encargo de formar Ejecutivo, ya que es la primera vez en Israel que un primer ministro es acusado mientras ostenta el cargo. EFE y Aurora