Sólo una semana después de que el gobierno de Colombia firmó un histórico acuerdo de paz con la organización terrorista de las FARC, una delegación colombiana llegó a Israel para recibir asesoramiento sobre cómo eliminar las minas terrestres, uno de los principales retos que enfrenta hoy Bogotá.
Colombia tiene más heridos por minas terrestres que cualquier otro país en el mundo después de Afganistán. Se estima que 11,000 personas han muerto a causa de estas minas en los últimos 25 años.
Los ocho miembros de la delegación son capacitados por la Autoridad Nacional de Acción contra Minas del Ministerio de Defensa sin la participación del ejército israelí.
El programa de asistencia para la remoción de minas en Colombia es parte de una importante campaña lanzada por los gobiernos de Colombia, EE.UU. y Noruega. Los tres países convocaron a una conferencia de donantes en mayo con la participación de Israel en la que se determinó cómo podría ayudar.
“Israel y Colombia son viejos amigos”, respondió un funcionario a pregunta expresa si Jerusalem enviará expertos a Colombia para ayudarles sobre el terreno. “Si podemos seguir ayudando, sin duda lo consideraríamos.”
El funcionario se refirió a los esfuerzos de desminado en Colombia como una acción “humanitaria civil”, y agregó que Israel está dispuesto a contribuir para mejorar la vida de los ciudadanos colombianos.
Modi Ephraim, director general adjunto del Departamento de América Latina y el Caribe de la cancillería israelí, dijo a la prensa que Israel expresó su voluntad de participar en una variedad de proyectos internacionales para ayudar a implementar el acuerdo de paz que puso fin al conflicto de cinco décadas en Colombia y cobró más de 220,000 vidas.
Además de los proyectos de minas terrestres, Israel ayudará en el desarrollo de las zonas agrícolas desalojadas por las FARC, y la sustitución de la coca – responsable de la mayor parte de la cocaína del mundo – con otros cultivos.
“Este es un paso histórico e importante,” dijo Ephraim con respecto al acuerdo en Colombia, un país que durante las dos últimas décadas ha sido un aliado central de Israel en América Latina. “Estamos dispuestos a ayudar a implementar la siguiente etapa [del acuerdo de paz], que no es menos importante.”
Fuente: The Jerusalem Post