La violencia en Irak, donde las fuerzas iraquíes y kurdoiraquíes combaten al grupo jihadistas Estado Islámico (EI), causó 1.792 muertos el pasado octubre, 789 personas más que en septiembre, anunció la misión de la ONU para Irak UNAMI.
El mayor número de muertes de civiles se registró en Nínive, cuya capital es Mosul, donde 566 civiles murieron y 59 resultaron heridos. El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, anunció el pasado 17 de octubre el comienzo de una amplia operación militar para arrebatar Mosul al Estado Islámico.
Según un comunicado, 1.120 de las víctimas mortales eran civiles y 672 eran miembros de las fuerzas de seguridad.
Además, un total de 1.358 personas resultaron heridas, 1.120 de ellas civiles.
El pasado septiembre, 1.003 iraquíes murieron y 1.159 resultaron heridos en actos de terrorismo y violencia y como consecuencia del conflicto armado, según informó hace un mes la misión para Irak de la ONU.
La UNAMI incluye entre las víctimas civiles a los agentes de la Policía Federal y de los cuerpos de defensa civil.
Los muertos entre las filas de las fuerzas de seguridad, incluyen a los integrantes de las tropas del Ejército, de las fuerzas de combate de la Policía Federal, así como de las fuerzas de seguridad de la región autónoma del Kurdistán “peshmergas”.
Sin embargo, no se incluyen los fallecidos o heridos en la provincia occidental iraquí de Al Anbar, según aclara el texto de la UNAMI.
El representante de la UNO para Irak, Ján Kubi, lamentó el gran número de civiles fallecidos el pasado mes y volvió a cargar contra las “tácticas terroristas” del grupo Estado Islámico, al que volvió a acusar de usar a los civiles como escudos humanos y de ejecutar a quienes se resisten al control jihadista.
“La ONU vuelve a insistir con énfasis en que se deben de tomar todas las acciones necesarias para asegurar la protección de los civiles ante los efectos del conflicto armado y de la violencia”, aseguró Kubi, citado en la nota. EFE y Aurora