Investigadores de Argentina Hallan restos de ave más grande y antigua registrada hasta ahora en Antártida

Hace 50 millones de años, según las investigaciones realizadas hasta la actualidad, se inició un período de calentamiento de la temperatura de los océanos que provocó una gran productividad biológica de los mares antárticos.

Investigadores de Argentina hallaron en las cercanías de la Base Marambio, en la Antártida, restos de un ejemplar de ave correspondiente al período Eoceno (hace entre 56 y 34 millones de años) que aseguran es la mayor y más antigua de las que se conocen, informaron fuentes oficiales del país suramericano.

“Se trata de un ave de más de seis metros de envergadura alar, la mayor y la más antigua de la que se tuviera registro hasta el momento”, explicó hoy la Cancillería argentina en un comunicado.

En concreto, es un ejemplar antártico de un ave pseudo-dentada (pelagornítidos), descubierto por especialistas del Instituto Antártico Argentino (IAA), la Universidad Nacional de La Plata(UNLP), el Museo de Historia Natural (MHN) de la Provincia de La Pampa y la Fundación de Historia Natural Félix de Azara.

El Ministerio destacó que el hallazgo de un húmero incompleto durante la campaña antártica de 2014 facilitó la revisión de todos los pelagornítidos antárticos conocidos hasta entonces, lo que permitió un avance considerable” en el conocimiento de la diversidad y evolución de este grupo de aves, que terminó de extinguirse hace unos 3 millones de años.

Asimismo, Marcos Cenizo, director del MHN, dijo a la Agencia CTyS, de la Universidad de la Matanza, que la longitud de la pieza hallada “es más grande que el pelagornis sandersi, que es el pelagornítido más grande que se conocía hasta el momento”.

Según el estudio, este grupo de aves, que llegó a distribuirse por todo el mundo poco tiempo después de la extinción de los dinosaurios, tenía alas que le permitían atravesar grandes distancias sobre los océanos, y sus livianos huesos le permitían tomar altura aprovechando las corrientes de aire.

Hace 50 millones de años, según las investigaciones realizadas hasta la actualidad, se inició un período de calentamiento de la temperatura de los océanos que provocó una gran productividad biológica de los mares antárticos.

Es así que los pelagornítidos y los pingüinos tuvieran alimento suficiente para poder desarrollar tamaños tan gigantescos, revela la agencia estatal argentina Télam.

El descubrimiento de los expertos argentinos, publicado recientemente en la revista científica Journal of Paleontology, se enmarca en el trabajo de paleontólogos argentinos del IAA y la UNLP en la Antártida, que lleva décadas de labor.

Su fin principal es reconstruir los paleoambientes presentes en la zona oriental de la península Antártica en el lapso que media entre los períodos Jurásico y Terciario inferior.EFE

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