Unos 4,000 habitantes huyeron al mar mientras los vientos empujaban las voraces llamas hacia sus viviendas y ahora se encuentran «atrapados».
Los incendios que arden en los dos estados más poblados de Australia atraparon el martes a los residentes de un poblado costero en condiciones apocalípticas y se teme que hayan destruido muchas propiedades y dejado víctimas. Las devastadoras imágenes se han inundado las redes sociales, los internautas han compartido impactantes videos.
En el pueblo suroriental de Mallacoota, unos 4,000 habitantes huyeron al mar mientras los vientos empujaban un incendio hacia sus viviendas. El poblado estuvo envuelto en la oscuridad debido al humo antes de adquirir un desconcertante tono rojo brillante.
Batemans Bay CBD has lost power and is pitch black at 12.20pm. pic.twitter.com/cPry7nsBHL
— Andrea Cantle (@AndreaCantle) December 31, 2019
Australia is burning.
The city of Mallacoota is completely surrounded by flame and 4,000 people have been forced to flee and seek shelter on the beach.
We need to act on climate change. This cannot be our new normal.
— Joshua Potash (@JoshuaPotash) December 31, 2019
Hay planes para evacuar por mar a la gente atrapada, dijo Daniel Andrews, primer ministro del estado Victoria. Se teme lo peor para cuatro personas desaparecidas.
“No podemos confirmar su paradero”, declaró Andrews a los reporteros. Ya solicitó ayuda de 70 bomberos de Estados Unidos y Canadá.
Andrew Crisp, comisionado de Servicios de Emergencia de Victoria, confirmó pérdidas “significativas” de propiedades en toda la región.
El fuego se intensificó el lunes en Victoria y en el estado de Nueva Gales del Sur tras un calor sofocante acompañado de intensos vientos y relámpagos.
Un bombero falleció ese día cuando intensos vientos volcaron su camión. Samuel McPaul, de 28 años, es el tercer bombero voluntario en Nueva Gales del Sur en haber muerto en las últimas dos semanas. Su pareja estaba esperando un hijo.
Los incendios en Australia han arrasado más de 1,000 viviendas en los últimos meses, y Nueva Gales del Sur se ha llevado la peor parte.
Protesters chanting “Death to America” breaking into the US Embassy compound in Baghdad … Russia blaming WWII on Poland … climate change-fueled fires devastating Australia …
It’s a somber last day of the decade, and a warning of what the next decade may bring. https://t.co/1XhOyLP3vf
— David Priess (@DavidPriess) December 31, 2019
Fleeing a tornado of fire …
That terrifying sound!! … and a desperate firefighter who has lost hope right now …
If this is not Armageddon … it looks a lot like it…
By the way! … has anyone seen a politician around here?
#AustraliaFires #australia #AustralianFires pic.twitter.com/obrKVW4Myo— Bur (@Bur01210878) December 31, 2019
Shane Fitzsimmons, comisionado del Servicio Rural de Bomberos en el estado, dijo que un número “significativo” de propiedades en la región han sido destruidas, y se cree que tres personas desaparecidas fallecieron.
“Prevemos que hoy haya más noticias difíciles de Nueva Gales del Sur y Victoria mientras se efectúan las evaluaciones de los terribles incendios de ayer y de anoche”, afirmó el primer ministro Scott Morrison en un comunicado.
Algunas comunidades han cancelado sus fuegos de artificio para el Año Nuevo, pero el popular despliegue de Sydney sobre su afamada bahía sí se llevará a cabo. A la ciudad se le concedió quedar exenta de una prohibición total de fuegos artificiales que está en vigencia allí y en todos lados para prevenir nuevos incendios.
Se pronostica que en Sydney se registre una temperatura de 34 grados Celsius (93 Fahrenheit) el martes, mientras que en los suburbios occidentales de la ciudad podría llegar a 43 C (109 F). También se prevé que el espeso humo que ha opacado la vista del puerto y de la í“pera de la ciudad se haga presente.
Se tiene previsto que los populares festejos atraigan a alrededor de un millón de personas a la bahía de Sydney y generen 130 millones de dólares australianos (91 millones de dólares) para la economía del estado.
Australia atraviesa una ola de calor extremo que ha provocado miles de incendios. Así se vivió en la localidad costera de Mallacoota la llegada del fuego que cercó la ciudad.
De un lado una pared de fuego, del otro el mar. A muchos habitantes de Mallacoota, una ciudad turística en Victoria, Australia, a unos 500 km al este de Melbourne, les ha tocado lanzarse al agua en todo tipo de embarcaciones para huir del fuego que asola la región.
Otros esperan pacientes en la playa y en el embarcadero a que los equipos de emergencia puedan hacerse con la situación y controlar el fuego.
Cientos de incendios masivos han destruido millones de hectáreas en los estados orientales de Australia desde septiembre. El país está inmerso en una ola de calor extrema que se ha visto reforzada por fuertes vientos y tormentas eléctricas.
Hasta la fecha, el número de muertos debido a los incendios se eleva a 12. En las últimas horas las autoridades confirmaron que otras dos personas fallecieron en Nueva Gales del Sur. Los cuerpos de las últimas víctimas, que se cree que son padre e hijo, fueron encontrados en la ciudad de Corbargo, que sufre los efectos de un devastador incendio desde el martes. Otras cuatro personas están desaparecidas.
En Mallacoota viven unas 1.000 personas, pero la población aumenta en Navidad, la época en la que los australianos disfrutan de sus vacaciones en la playa. El martes por la mañana, cuando los incendios forestales se extendían en la zona, miles de personas huyeron a la costa por una razón diferente: para protegerse.
La gente de la ciudad se despertó rodeada de un espeso humo y el cielo anaranjado. A medida que el fuego se acercaba, el cielo se volvió de un intenso rojo. A las 8 de la mañana sonó una sirena de alarma que indicaba a todos que se dirigieran hacia el agua. A las 9.30 de la mañana, el cielo estaba «completamente negro». «Estábamos preparándonos para lo peor», dijo David Jeffrey a la BBC. «Era pleno día pero el cielo estaba negro como la medianoche. Podíamos escuchar el fuego rugiendo».
Muchos llevaban mascaras para protegerse del humo. Huir adentrándose en el océano debía ser el «último recurso», dijo el martes la agencia de gestión de emergencias de Victoria. Con el humo bloqueando el sol, un día de verano parecía una noche en la playa.
Los lugareños describieron una «experiencia aterradora». Se vieron obligados a acampar en los muelles y abordar botes bajo cielos rojos como la sangre.
Casi al mismo tiempo, algunas personas huían de la tierra en botes. Las autoridades habían pedido que se evacuara la zona. Pero el lunes tuvieron que rectificar y decir que era demasiado tarde y peligroso salir. Era mejor permanecer en el sitio, dijeron.
La carretera principal de la región ha sido cerrada. «Se puede acceder a algunas de estas comunidades aisladas por mar», dijo el primer ministro del estado de Victoria, Daniel Andrews.
Los barcos de la marina estaban preparados para proporcionar alimentos, agua y energía a la zona. Aunque no se han reportado heridos graves en Mallacoota, varias casas ardieron en llamas.