Un ataque aéreo contra la zona oriental de la ciudad siria de Alepo, que está bajo control de los rebeldes, impactó el principal hospital de la zona por segunda vez en menos de una semana, denunció una ONG dedicada a la asistencia médica.
La Sociedad Médica Siria Estadounidense, que trabaja con el hospital, dijo que las instalaciones habían sido alcanzadas por dos «bombas de barril» -artefactos explosivos improvisados- lanzados desde helicópteros.
El hospital ya había sido golpeado por un ataque similar el pasado miércoles.
Según reportes, las fuerzas gubernamentales sirias -que cuentan con el apoyo de Rusia- también han estado atacando la histórica «ciudad vieja» de Alepo.
También se informó de choques entre las tropas gubernamentales y los rebeldes en varios barrios de la ciudad, objeto de renovados ataques por parte de las fuerzas sirias y rusas desde el final de una tregua parcial que expiró el pasado 19 de septiembre.
El creciente número de víctimas civiles en la ciudad ha provocado protestas internacionales, con Estados Unidos acusando a Rusia de estar empujando a los rebeldes moderados que combaten al presidente Bashar al Asad a los brazos de los fundamentalistas islámicos.
Pero Rusia, un fiel aliado de Asad, afirma que es EE.UU. el que no está haciendo lo suficiente para combatir a los yihadistas.
Alguna vez el centro comercial e industrial de Siria, Alepo ha estado virtualmente dividida en dos desde 2012.
Según Naciones Unidas, al menos 400 civiles, entre ellos numerosos niños, murieron en la ciudad esta semana como resultado de los ataques de las fuerzas rusas y sirias.
«Atrapados en el hospital»
Según un vocero de la Sociedad Médica Siria Estadounidense, las dos bombas de barril afectaron los cimientos del hospital.
«También hay reportes del uso de bombas de racimo«, le dijo también Adham Sahloul a la agencia AFP.
Se creía que el hospital había quedado fuera de servicio desde el bombardeo del miércoles, pero Shaloul dijo que un pequeño grupo de empleados y pacientes estaban dentro cuando empezó el bombardeo y permanecían atrapados en las instalaciones.
Y, según AFP, el administrador del hospital, Abu Rajab, hizo un llamado urgente de auxilio.
«¡El hospital está siendo destruido! ¡SOS, todos!», lo citó la agencia.
El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Marc Ayrault, condenó el bombardeo del hospital y recordó que el ataque contra instalaciones y personal médico constituye un crimen de guerra.
«Los perpetradores van a rendir cuentas», declaró este sábado. «Francia está movilizando al Consejo de Seguridad (de la ONU) para ponerle un alto a esta inaceptable tragedia».
Al menos 250.000 personas han muerto desde el inicio del conflicto sirio en marzo de 2011, aunque el Observatorio Sirio de Derechos Humanos estima que verdadero número de víctimas fatales ya es 430.000.
Más de 4,8 millones de personas han tenido que abandonar el país y otros 6,5 millones viven como desplazados dentro de Siria, según la ONU.
fuente.bbcmundo