La Policía de Israel interrogó al hijo del primer ministro, Biniamín Netanyahu, en el caso que investiga a sus padres por la presunta recepción de sustanciosos regalos de empresarios.
Yair Netanyahu ha prestado declaración, como lo hicieran el primer ministro y su mujer, Sara Netanyahu, en el “Caso 1000” que examina las sospechas de que el matrimonio aceptó costosos obsequios, como cigarros y champán rosa, del productor israelí de Hollywood, Arnon Milchan.
A lo largo de ocho años Milchan gastó cerca de 125.000 euros en dádivas, según el diario “Maariv”, en ocasiones a instancias de los asistentes del primer ministro.
Sara Netanyahu admitió en la declaración policial del pasado miércoles haber recibido regalos del mismo modo que la familia había obsequiado a Milchan dentro de “una relación de amistad”.
En relación con este caso también trascendió que Netanyahu medió ante el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, para ayudar a Milchan a adquirir un visado renovado en Estados Unidos.
El multimillonario australiano, James Packer, es otro de los nombres que aparece en esta investigación y que habría financiado viajes al hijo de Netanyahu.
Yair también está vinculado con una segunda investigación, “Caso 2000”, en la que su padre supuestamente negoció con Arnon Mozes, dueño del diario “Yediot Aharonot”, para mejorar la cobertura de su persona a cambio de legislar para controlar la distribución de su competidor, “Israel Hayom”.
La unidad anticorrupción Lahav interrogó sobre este asunto al editor de “Israel Hayom”, Amos Regev, y por quinta vez a Mozes durante ocho horas.
La Policía habría accedido a unas grabaciones en las que el dueño de “Yediot Aharonot” y Netanyahu discuten el intercambio de favores.
El fiscal general del Estado, Avichai Mandelblit, dijo que las investigaciones comenzaron hace meses e incluyen declaraciones de docenas de testigos, tanto israelíes como extranjeros, y aseguró que la fiscalía está guiada por “consideraciones puramente profesionales”. EFE