Guatemala vivió este jueves 29 de julio una jornada de paro nacional contra el gobierno de Alejandro Giammattei, como parte de las protestas que se han producido tras la destitución del fiscal anticorrupción Juan Francisco Sandoval.
En declaraciones , Sandoval -quien abandonó su país tras la destitución- indicó que existían investigaciones que apuntaban «a que personas por lo menos cercanas al círculo del gobernante pudieron haber participado en actos de corrupción».
El presidente ha negado estar detrás de la medida que terminó con el mandato del fiscal, tomada por la jefa del Ministerio Público (MP), Consuelo Porras.
Los manifestantes, convocados por organizaciones campesinas, indígenas y estudiantiles, pidieron este jueves la renuncia de ambos, Giammattei y Porras, tanto en la capital guatemalteca como en rutas y caminos del interior del país.
La imagen de Porras, quien acusó a Sandoval de ejercer una justicia «selectiva e ideologizada» y de abusar de su prestigio, tanto a nivel nacional como en el extranjero, fue uno de los blancos preferidos de los manifestantes.
La destitución de Sandoval no solo ha generado reacciones al interior del país.
El gobierno de Estados Unidos anunció que la cooperación con el Ministerio Público de Guatemala quedaba paralizada «temporalmente».
El Departamento de Estado de ese país había calificado al fiscal de «campeón anticorrupción» y enmarcó su remoción en un patrón «que indica la ausencia de compromiso con el imperio de la ley y la independencia judicial» en Guatemala.
Las protestas en el país centroamericano comenzaron frente al palacio presidencial el sábado 24 de julio, horas después de que se notificara el alejamiento del cargo de Sandoval, y este jueves llegaron a todo el país.
Además de la salida del gobierno del presidente Giammattei, las pancartas de los manifestantes apuntaron contra la corrupción y reclamaron una justicia independiente.
En declaraciones , Sandoval dijo que su destitución fue «un mensaje directo para aquel que se atreva a desafiar al régimen».