El narcotraficante mexicano y exlíder del cartel de Sinaloa, Joaquín «Chapo» Guzmán, fue extraditado este jueves a Estados Unidos.
Guzmán, cuya extradición fue autorizada por la cancillería mexicanaa en mayo, es requerido por tribunales de Texas y California por cargos que incluyen delitos como lavado de dinero, asociación delictiva y delitos contra la salud, entre otros.
Cuando aprobaron su extradición las autoridades mexicanas aseguraron que «el gobierno estadounidense proporcionó las garantías suficientes de que no se aplicará la pena de muerte (…) en caso de ser extraditado y juzgado en ese país».
En mayo pasado Guzmán fue trasladado de forma sorpresiva a una prisión en el estado de Chihuahua, en la frontera con Estados Unidos.
Allí llegó procedente del penal de El Altiplano (Cefereso 1), una cárcel de máxima seguridad situada a 90 kilómetros al oeste de Ciudad de México, de la que se había escapado en julio de 2015 a través de un túnel de un kilómetro y medio de largo.
Tras su captura en enero de 2016 el gobierno mexicano inició las gestiones para extraditarlo a EE.UU.